Niños de Navolato llevan su talento al mundo. Representarán a México en Infomatrix Iberoamérica 2025
Dos alumnos de primaria fueron seleccionados para presentar sus proyectos en una competencia internacional de ciencia y tecnología en Guadalajara.

A su edad, muchos niños sueñan con ser astronautas o futbolistas. Pero Diego y Sofía ya están trabajando en ideas que buscan cambiar el mundo desde sus aulas de primaria.
Ambos estudiantes fueron seleccionados para representar a México en el Infomatrix Iberoamérica 2025, una competencia internacional de ciencia y tecnología. Y aunque los reflectores los apuntan ahora, su historia comenzó mucho antes, en sus salones, con un cuaderno, una pregunta y el apoyo incondicional de sus maestros.
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Un proyecto muy reconocido

El proyecto de Diego, titulado 'Cosechando agua del aire', busca aprovechar la humedad ambiental para obtener agua limpia en zonas rurales. Él mismo explica con seguridad:
"Me di cuenta que en las mañanas hay gotas en las hojas, entonces pensé… ¿se puede guardar esa agua para cuando no llueva?"
Esa idea surgió después de una clase de ciencias sobre el ciclo del agua. Lejos de restarle importancia, decidió apoyarlo para investigar más y construir un prototipo.
Por su parte, Sofía, una niña risueña y muy observadora, desarrolló un proyecto llamado 'Luz natural para todos', donde propone usar botellas recicladas llenas de agua y cloro como focos solares en viviendas sin electricidad.
"Me di cuenta que en las mañanas hay gotas en las hojas, entonces pensé… ¿se puede guardar esa agua para cuando no llueva?"
Alumnos del Club de Ciencias de Navolato

Ambos niños forman parte del Club de las Ciencias de Navolato, un espacio donde niños de distintas escuelas comparten ideas, experimentan y, sobre todo, pierden el miedo a fallar.
Detrás de ese ambiente están los docentes que los guían con paciencia, como la maestra María Elena Sainz, que asegura que la clave está en dejar que los niños pregunten y crear con lo que tienen a su alcance.
"Aquí no hay laboratorios con equipo caro, hay ganas de aprender y muchas botellas recicladas", bromea.
Las familias también han sido parte vital. Son ellos quienes han acompañado las madrugadas de preparación, los ensayos antes de dormir y las dudas de último minuto.
Orgullo de Navolato
Mientras otros niños juegan videojuegos o ven caricaturas, Diego y Sofía afinan los detalles de sus proyectos que estarán compitiendo a nivel internacional contra estudiantes de todo Iberoamérica.
Ambos saben que van en representación no solo de su escuela, sino de todo Navolato, un municipio que poco a poco está dejando de ser solo agrícola para también ser semillero de talento científico.
Ya sea que regresen con medallas o no, su comunidad los recibe como campeones, porque lo que construyeron no solo fue un invento, sino una idea que nació de su realidad y se transformó en esperanza.