¡Gatita en apuros! Armando la pone a salvo desde lo alto de una antena en Culiacán
Acto de amor y compromiso: Armando Jiménez de la Unidad de Protección de Animales en Culiacán salva a una gatita atrapada en una antena en Valle Alto
Culiacán, Sinaloa.- En un acto que refleja compromiso, empatía y verdadero amor por los animales, el Armando Jiménez, integrante de la Unidad de Protección de Animales en Culiacán, protagonizó un valiente rescate que ha conmovido a la comunidad.
Armando rescata a una gatita en lo alto de una antena en Culiacán
Su esfuerzo logró poner a salvo a una hermosa gatita que llevaba tres días atrapada en lo alto de una antena en el fraccionamiento Valle Alto, sin que nadie hubiese reportado su situación.
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Sin arnés, sin escalera especial, sin vehículos de apoyo y sin más compañía que su convicción, Armando decidió actuar. Subió casi ocho pisos por una angosta escalinata metálica, arriesgando su integridad física por una vida que muchos habrían ignorado.
El esfuerzo fue tal que tuvo que detenerse para descansar a mitad del ascenso, retomando fuerzas para continuar hasta llegar al punto más alto de la estructura.
Una vez arriba, el rescate se tornó aún más complicado. La gatita, asustada, le gruñó y se resistió al contacto humano. Sin embargo, con paciencia y cuidado, Armando logró contenerla.
El descenso fue aún más desafiante: con un brazo sujetaba a la gatita y con el otro se aferraba a la estructura, bajando los ocho pisos lentamente, en una maniobra arriesgada que demuestra su gran vocación de servicio.
Ambos, tanto la gatita como su rescatista presentaban signos de golpe de calor al llegar al suelo, pero gracias a la oportuna intervención del equipo de la Unidad de Protección de Animales, el felino fue trasladado con vida a la clínica veterinaria Patitas y Garritas, bajo resguardo de la organización Huellita con Causa.
La gatita, ahora bautizada como “Antenita”, está esterilizada, lo que indica que alguna vez tuvo un hogar. Se sospecha que, al ser perseguida por perros, buscó refugio trepando la antena hasta quedar atrapada en un lugar donde nadie la veía.
Esta historia no solo evidencia la valentía y el compromiso de un servidor público, sino también la importancia de la empatía y el cuidado hacia los animales en situación de calle. "Antenita" tuvo una segunda oportunidad gracias al corazón de un ciudadano que no dudó en escalar hasta lo imposible para salvar una vida que muchos habrían ignorado.
Este acto heroico nos recuerda que no hay vida pequeña cuando el corazón es grande. La historia de “Antenita” es también la historia de quienes no se rinden ante la indiferencia y el abandono.
No se necesita capa para ser héroe, basta con tener el valor de actuar cuando otros no lo hacen. Que este valiente rescate nos motive a ser parte del cambio, a tender la mano o la patita a quien lo necesita, y a construir una comunidad más solidaria y humana para todos los seres vivos.
Gracias, Armando. Gracias, Unidad de Protección de Animales. Ojalá su ejemplo inspire a muchos más a actuar con compasión y responsabilidad. Adopta, protege y da voz a quienes no la tienen.
