¿Quién es el niño que interpreta la famosa canción navideña "El Burrito de Belén"?
"El Burrito de Belén" es una popular canción navideña, un referente decembrino para generaciones de latinoamericanos por su pegajosa melodía y divertida letra. No obstante, a pesar de su fama, pocos conocen a quien se encargó de interpretar la canción; aquí te contamos la historia
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"Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén...", estas palabras evocan la esencia de la Navidad para millones de personas en Latinoamérica y más allá. El villancico navideño “Mi Burrito Sabanero” o “El Burrito de Belén”, de origen venezolano, es uno de los favoritos en esta época del año.
Ha sido interpretado por un rango muy amplio de artistas, desde el legendario Simón Díaz hasta el colombiano Juanes y el puertorriqueño Elvis Crespo. Pero ninguna versión ha tenido el impacto que la que grabó, hace casi 50 años, un grupo del Coro Infantil Venezuela conocido como La Rondallita.
Esa versión de 1975 es la más popular y no solo es un recuerdo atemporal de la Navidad, sino que se consolidó como uno de los villancicos más escuchados a nivel mundial, teniendo por detrás la historia de un niño que, sin saberlo, dio voz a una canción que trascendería generaciones.
El nacimiento de “Mi Burrito Sabanero”
La historia de este icónico villancico comienza en 1972, cuando el compositor venezolano Hugo Blanco escribió “El Burrito de Belén”, inspirándose en las tradiciones navideñas de su país. El tema fue originalmente interpretado por el reconocido músico venezolano Simón Díaz.
Sin embargo, Blanco decidió que la canción sonaría mejor en la voz de niños. Así, contactó al Coro Infantil Venezuela, dirigido por el reconocido arreglista Raúl Cabrera, para grabar una versión que incluía un coro infantil. Fue entonces cuando se eligió a Ricardo Cuenci, un niño de ocho años que formaba parte del coro.
"Cuando yo tenía 8 años, escuché por primera vez la canción grabada por Simón Díaz mientras estábamos en el estudio", recuerda Ricardo. "Me puse a tararearla y los maestros Hugo Blanco y Raúl Cabrera notaron que podía interpretarla. Así que terminé cantándola, aunque al principio no podía pronunciar la 'S' correctamente, lo que llevó a grabarla como "El Burrito Tabanero".
Ahora, con más de 50 años, Ricardo cuenta que entró al mundo de la música por su padre, quien participaba en una agrupación de música llanera. Desde los cuatro años se sentía atraído por los instrumentos, siendo sus primeras experiencias en la música a través de maracas hechas con una caja de fósforos.
"Y yo agarraba una cajita de fósforos, le metía clavitos y empezaba a tocar maracas porque veía a los otros tocando maracas", contó. Fue así como llegó a ser parte de La Rondallita, el coro infantil que grabaría la famosa versión de “Mi Burrito Sabanero”.
Éxito inesperado
La versión de La Rondallita de “Mi Burrito Sabanero” fue un éxito inmediato, en parte, gracias al esfuerzo del maestro Cabrera, quien la promovió en rockolas de todo el país. Rápidamente, el villancico llegó a otros lugares como Puerto Rico y Estados Unidos, convirtiéndose en un ícono de la Navidad.
"Cuando sale publicado el disco, el maestro Cabrera trabajaba en una tienda de discos que era de su papá. Y era él el que llevaba los discos a las rockolas de todo el país. Y ¿Qué hizo él? Empezó a meter el disco del burrito sabanero", narró Ricardo.
De hecho, la revista estadounidense especializada en música Billboard la ha incluido en su lista de las 100 mejores canciones navideñas de todos los tiempos. Sin embargo, Ricardo no fue parte de la primera gira internacional de La Rondallita, aunque sí participó en otras presentaciones dentro y fuera del país.
Aunque el éxito de "Mi Burrito Sabanero" trajo fama al grupo venezolano, Ricardo enfrentó varios desafíos, ya que no había ni un reconocimiento económico ni regalías para los pequeños artistas. Inclusive, el padre de Ricardo rechazó una oferta para que su hijo se uniera al exitoso grupo puertorriqueño Menudo.
Nuevos comienzos y el legado del "Burrito Sabanero”
Hoy, Ricardo Cuenci, quien ahora tiene casi 58 años, se ha distanciado un poco de la música, pero nunca dejó de amar “Mi Burrito Sabanero”. Incluso, mantiene una relación con sus compañeros de La Rondallita, sintiéndose agradecido por el impacto positivo que su interpretación ha tenido en millones de personas.
"Que cada niño en el mundo escuche esa canción y se llene de alegría, a mí me llena un montón", afirmó. Así, su legado perdura en la canción que sigue resonando en los hogares latinos alrededor del mundo, trayendo consigo la magia y la alegría de la Navidad.
