El “estuche de monerías” que todos llevamos dentro
Todos llevamos un estuche invisible. Grande, lleno de sorpresas, habilidades, talentos… aunque a veces dudemos de lo que guarda ahí.

¿Alguna vez te han dicho que eres un “estuche de monerías”? Que haces muchas cosas y en su mayoría bien, como si fuera fácil… Esta expresión, según el Diccionario de Mexicanismos, se usa desde el siglo XIX para describir a alguien que hace de todo, como un malabarista de talentos.
Pero ¿qué hay detrás de esta curiosa frase?
Un dato curioso: según el efecto Dunning-Kruger (estudiado por psicólogos), muestra que quienes menos saben creen saberlo todo, mientras que los más capaces suelen dudar de sí mismos.
¿Será por eso que no vemos nuestras propias monerías? Quizás por eso algunos estuches parecen vacíos…aunque en realidad estén llenos.
¡Recibe las últimas noticias!
Todos llevamos un estuche invisible. Grande, lleno de sorpresas, habilidades, talentos… aunque a veces dudemos de lo que guarda ahí.
“¡Mira, qué tal! es todo un estuche de monerías”, me dijo doña Juana al ver uno de mis cuadros.
Yo, que dudaba de mi habilidad, entendí que a veces somos los últimos en reconocer lo que llevamos dentro.
El arte de descubrir talentos ajenos (y los propios)
No todos poseemos ese talento de descubrir que hay en cada uno de los estuches ajenos. Pero cuando convives con alguien, ya sea en el trabajo, la familia, con amigos o pareja, poco a poco vas descubriendo lo que contiene su estuche, y aprendes a valorarlo.
Vamos reconociendo talentos en los demás, pero ¿Qué hay del propio estuche? ¿Cómo descubrimos lo que llevamos dentro?
Confieso que ni yo misma sabía qué guardaba en el mío. Desde hace años empecé a notar cosas que me llamaban la atención, que sentía que podía hacer sin haberlas estudiado. Como si ya estuvieran ahí, esperando.
- Restaurar muebles olvidados…
- Pintar momentos sin técnicas académicas…
- Cocinar sin recetas…
- Hacer crecer plantas casi por instinto…
- Conversar con desconocidos…
- Escribir…
- Jugar tenis…
- Adaptarme a nuevos trabajos…
Entre otros.
Cada descubrimiento fue como un hallazgo inesperado. Lo llamo autodescubrimiento personal.
Los estuches invisibles
Hay quienes no logran ver su propio estuche, o lo minimizan. Pasa desapercibido, como un tesoro escondido en casa.
En otros países le dicen “cajita de sorpresas” o “todero”. En México, ser un “estuche de monerías” tiene un toque de gracia y picardía.
Ahora te pregunto: Si te pidiera que abrieras tu estuche, ¿Qué encontraría? ¿Cosas que muestras con orgullo? ¿O tesoros escondidos que ni tú conoces?
Tal vez aún no lo sepas. Está bien. Cada quien abre su estuche a su ritmo. Y mientras más vives, más cosas se guardan.
Lo importante de descubrir qué es lo que llevas dentro depende de ti. Prueba, explora y disfruta el proceso. Nadie dijo que debías encontrar todo de golpe. Esto va por etapas, como la vida.
Yo sigo buscando en el mío, como quien busca monedas en el fondo de un bolso… segura de que siempre habrá una monería más por descubrir.
¿Y tú, ya revisaste qué monerías escondes hoy?
Nos leemos pronto…