La comida: sus problemas productivos y ambientales

La comida es parte esencial de nuestra existencia como seres humanos, no solo porque se trata de una necesidad básica, sino porque nos mueve, inspira y conecta con otras personas. No es casualidad que la gastronomía sea un tema tan culturalmente arraigado y un diferenciador importante entre sociedades distintas, que al mismo tiempo sirve de vínculo para reducir las fronteras. Cuando probamos algo nuevo, expandimos nuestra mente; nutrimos nuestro cuerpo y alma. 

Es también un tema de alto impacto económico y ambiental. La comida es una de las industrias con más polémica e impactos negativos asociados. No solo es la agricultura una de las mayores productoras de gases de efecto invernadero después de la energética y transportista (Statista, 2019), sino que es responsable del 44% de residuos sólidos urbanos, muy por encima del papel y el plástico.

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Además, México es el octavo mayor productor de residuos alimenticios (Statista, 2020). Proveer de comida a cada persona del mundo es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidas por las Naciones Unidas para 2030, una en la que desgraciadamente aún nos cuesta progresar.

Mejorar la situación alimenticia de las naciones impacta directamente en su salud, consumo responsable y en la calidad de la infraestructura social que requerimos para desarrollarnos dignamente. 

A un nivel más personal, la comida es la base de nuestra salud física y mental. La UNAM indica que “los malos hábitos alimenticios pueden conducirte a padecer diabetes mellitus, enfermedades cardíacas, hipertensión, alteraciones metabólicas y hasta envejecimiento prematuro.” Nos dan los siguientes consejos:

• Comer más:
• Verduras.
• Nueces.
• Leguminosas.
• Pescado.
• aceites vegetales.
• cereales integrales.
• Reducir:
• Carnes rojas
• Alimentos altos en sodio
• Azúcar.

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Hacen énfasis en la importancia de mover a los sectores políticos y económicos para invertir más en salud pública preventiva, reduciendo los gastos de atención masiva por malnutrición. “En realidad su prevención es bastante sencilla, lo difícil radica en la concientización individual y sociocultural.” 

Definitivamente se trata de un tema de suma importancia en el contexto actual. Como miembros de la sociedad debemos informarnos y mejorar nuestra manera de consumir es indispensable para construir una sociedad más sana. Se trata de un proceso de aprendizaje y desaprendizaje en el que nos retamos a ser más conscientes con lo que comemos, de dónde viene, cómo se produjo y cuánto necesitamos comer. Fomentemos el diálogo para crear mejores prácticas en el mundo.