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InspirARTE: El impacto del arte en la juventud de Estado de México

Conoce la historia de una joven de 23 años que busca generar un impacto positivo en el mundo a través del arte

27 marzo, 2024
Mar Chávez y el proyecto InspirARTE. Foto GNP Seguros
Mar Chávez y el proyecto InspirARTE. Foto GNP Seguros

Un inspirador y artístico proyecto enfocado en la formación de niñas, niños y adolescentes tuvo lugar en la sede de Atizapán de Zaragoza del DIF, en el que participaron alumnos del Tec de Monterrey Campus Estado de México.

Si hay algo que abunda en el Tec de Monterrey Campus Estado de México es el talento artístico y la motivación para realizar proyectos que causen un impacto real.

Un ejemplo claro de esto es Mar Chávez, alumna de este campus quien ha dedicado varios años de su vida a su formación artística.

Ella es estudiante de la Licenciatura en Comunicación, y se dedica principalmente al mundo del teatro, tanto como intérprete como productora técnica, y su talento para esto es inmenso y admirable, aún cuando tiene apenas 23 años.

Sin embargo, la única pasión de Mar no es el arte, sino que también la motiva crear un impacto en el mundo, por esto, decidió volver realidad su proyecto InspirARTE.

inspirarte
Participantes del proyecto Inspirarte DIF Atizapán

P: ¿Me puedes hablar sobre InspirARTE? ¿Cuánto tiempo has trabajado en este proyecto?

R: InspirARTE es un proyecto de desarrollo social que inicié en el Tec de Monterrey Campus Estado de México. Su objetivo es crear un espacio de iniciación artística para niños, niñas y adolescentes que no tienen la posibilidad de perseguir una formación artística.

La idea la tuve hace como año y medio, y la he estado tratando de desarrollar hace un año. Y pues me surgió la idea, porque en general todos mis trabajos han sido con niños, yo de verdad amo enseñar y trabajar con los niños, siento que los niños tienen esta noción de poder hacer lo que sea y de construir sus vidas, que creo que vamos perdiendo un poco cuando nos hacemos adultos.

Siento que 100% es válido como adulto empezar a hacer cualquier cosa, pero creo que perdemos un poco de esta visión mágica que tenemos.

Entonces, yo toda mi vida he hecho arte y he me he metido a clases de ballet, de danza y así, pero ahora que hago como un recuento hacia atrás, me doy cuenta de lo privilegiada que he sido y que la verdad no es algo fácil, ni barato, y es un privilegio el que yo haya podido tener esta formación.

Y creo que no debería ser un privilegio, creo que debería ser como la base para todos los niños que quieran perseguir alguna disciplina artística.

P: Sé que estuviste trabajando tu proyecto durante el invierno pasado, pero actualmente ¿cuál es el estatus de InspirARTE?

R: Justamente es algo que estábamos viendo, si lo volvemos a abrir en semestre, pero por la naturaleza del proyecto y porque tiene que ser presencial y tenemos que ir a DIF Atizapán nos encontramos con algunos contratiempos.

Como institución la verdad es que no fue tan factible, entonces ahora se quedó para periodos intensivos. Entonces el próximo verano ya tenemos un acuerdo con el DIF, hacer un curso de verano, el invierno pasado trabajamos con adolescentes de 13 a 16 años y este verano vamos a trabajar con niños de de 3 a 8 años.

P: Y además de ti como creadora, ¿me podrías contar sobre quiénes más forman parte de tu equipo?

R: Pues ahorita la verdad es un equipo de una persona. Tengo una mentora del departamento de Servicio Social de aquí del Tec que se llama Adaía Sánchez, y su papel ha sido hacer la conexión entre Servicio Social y el DIF Atizapán, me ayuda mucho con el proceso administrativo.

La verdad es que me ha ayudado mucho, sobre todo a tener como una línea de cómo gestionar el proyecto, pero en sí el equipo de InspirARTE soy yo y los coaches que se unen.

El invierno pasado se unieron Luis David Chamorro, Lucía Estrada, Andrea Aguilar, Jorge Castillo, María Paula Verduzco, Camila González, Brenda Nieto, Daniel Hernández y Anahí.

Ellos fueron nuestros coches del invierno pasado, que es básicamente la primera generación de InspirARTE. Ellos han trabajado las disciplinas de canto, actuación, danza urbana, ballet folcórico, artes plásticas, y danza jazz.

P: Me imagino que las inspiración para InspirARTE tuvo que haber salido de algún lado.

R: Sí, siento que en sí como inspiración tengo a todos mis profesores, siento que tengo muchos profesores en el lado académico, o sea, mi carrera en la escuela primaria y secundaria, que me han inspirado mucho y que los tengo muy en mente, pero creo que las personas que más me han formado han sido mis profesores de formación artística.

Como mis profesores de actuación, mis profesores de danza, son los que yo pienso “es que mi profesor de danza me dijo que nunca me rindiera”.

Entonces creo que ese es el impacto que tienes profesor, y el dejar una huella tan grande en una persona es tanto un privilegio como una gran responsabilidad porque puede irse de ambos lados.

Tengo profesores que digo “wow, los amé”, como tengo profesores que digo “por él dejé de bailar ballet”. Entonces siento que en sí todos mis profesores de cualquier disciplina artística, siempre que los veía decía como “yo quiero estar al frente de una de esas clases y yo quiero ser alguien que motive a otra persona a hacer lo que hago”.

P: Y hablando de motivación ¿qué impacto individual y colectivo crees que estás haciendo con InspirARTE?

R: Individual justo, algo que yo me llevé mucho del invierno pasado, ubo una niña que la verdad es que se desarrolló muy bien en todas las clases, y saliendo de una clase de canto me dijo: “Oye, es que yo quiero seguir tomando clases de canto”.

Y me pedido el número de los coaches de canto y pues lamentablemente por la naturaleza del proyecto no pueden tener contacto fuera del proyecto, pero gracias a la conexión que se dio con el DIF Atizapán y que ella verdad es que es muy disciplinada, la fuimos guiando y en un mes va a audicionar para el coro representativo de Atizapán, y es un coro muy galardonado, y que se va a girar nacionales e internacionales, y dan becas. Y también hay otra niña que la direccionamos a más talleres continuos de danza urbana.

Entonces el ver a esos chavos que nunca habían probado algo así, pero que con InspirARTE se dieron cuenta de de este gusto, no sé cómo explicarlo, pero súper impresionante y gratificante. Y a nivel colectivo, la verdad es que muchos de los niños con los que trabajamos están en un proceso de reincorporación, porque han venido de situaciones vulnerables o de situaciones de violencia.

Entonces a muchos les pusieron InspirARTE como requisito de su proceso para volver a reincorporarse. Y la verdad es que el ver cómo van creciendo, ver cómo formaron amistades, creo que el impacto ni siquiera tiene que relacionarse directamente con su formación artística, sino con su desarrollo como personas.

Y yo siento que eso es lo más importante del arte, que en la sociedad no le dan el valor que merece. Siento que el arte genuinamente te da este valor como humano y te da este desarrollo humano que incluso si no te vas a dedicar a eso, tienes cierta empatía y sientas sensibilidad a otras cosas que creo que otros estudios no te lo dan.

P: ¿Tienes una cantidad de a cuántos niños llegaron con este proyecto?

R: El invierno pasado fueron 30. Y el verano que viene se espera que sean 100 en diferentes grupos.

P: ¿Y cuáles crees que son los retos que se vienen ahora que haces un cambio tan enorme de cantidad de personas?

R: Yo creo que mi equipo debe dejar de ser de una persona. Creo que entre más niños son, más retos tienes y más exigencia tienes como coach.

Si bien los coaches fueron increíbles y hay una metodología y una estructura que armé para que ellos pudieran tener las herramientas para dar una clase, tuvieron algunas capacitaciones con psicólogos para saber cómo tratar con estos niños que vienen de situaciones vulnerables.

Creo que al aumentar la cantidad de niños también tiene que aumentar la precaución, las responsabilidades, la estructura. Sobre todo creo que lo que hace que un proyecto vaya a flote o se hunda es su estructura y su organización.

Entonces creo que el reto que se me viene es reclutar un equipo más grande y crear una estructura que albergue a más niños.

P: Y aprovechando que me hablas sobre sus retos para el futuro ¿por qué no me hablas un poco sobre los éxitos y las fallas que hubo en InspirARTE? ¿Crees que podría ser algo replicable?

R: Si puedo pensar en cosas que me gustaría mejorar para el futuro, creo que necesita haber un entrenamiento un poco más exhaustivo con los coches en cuestión como pedagógicas, si bien les damos unas capacitaciones de cómo armar su clase, cómo darla, cómo hacer la dinámica, creo que tal vez eso hace que los niños se interesen más.

Y eso puede que quiebre el que un niño se quede el resto del taller o que deje de gustarle, que las clases sean más dinámicas. Creo que la difusión en redes puede mejorar mucho, para darle el alcance que necesita, y tal vez la la organización del recital de cierre podría ser un poco más pensada a lo que los niños han logrado.

Creo que éxitos, el progreso que tuvieron los niños y el progreso que tuvieron los coaches, que para mí también es muy importante, o sea, el verlos como en su clase uno daban la clase de cierta manera y ellos fueron adaptándose a lo que los niños necesitaban o los adolescentes necesitaban fue un éxito para mí.

Y sobre la réplica, de hecho, ayer me pidieron mandar un formulario del proyecto para que se replicara a nivel nacional en otros campus. Creo que creo que sí es un proyecto replicable, sobre todo el Tec de Monterrey que le mete tanto al departamento de Arte y Cultura y donde tenemos tantos alumnos talentosos.

Creo que sí nos toca como como alumnos privilegiados de estar en una institución tan prestigiosa como el Tec y haber tenido una formación artística tan grande que no todo el mundo puede tener, creo que sí tenemos en nosotros un poco de compromiso en compartir estas enseñanza a través del arte.

P: ¿Y qué crees que sería útil para lograr estas réplicas? ¿Cómo pasamos de una gran idea a un éxito real?

R: Siento que a veces pasa mucho, muchas personas tienen grandes ideas, pero se quedan en ideas porque esperan que sean excelentes antes de pasarlas a papel o antes de pasarlas a algo físico.

Y siento que lo que me di cuenta es que yo soy de esas personas que dice como “no, hasta que no esté perfecta en mi cabeza no la voy a pasar ya a una estructura”. Y siento que es importante empezar a hacer y hasta que no hagas es que no vas a poder detallar.

A nivel nacional debemos de homogenizar una misma estructura para que no importa en qué estado estés, no importa en qué campus estés, tus niños reciban el mismo trato y el mismo curso que reciben en Ciudad de México, o que reciben en Monterrey.

Creo que es algo muy importante , es valor clave de InspirARTE el poder acortar esta brecha entre quienes sí podemos recibir una formación artística de calidad, y quienes tal vez ni siquiera lo habían visto como una posibilidad.

Crear una estructura que se replique exactamente, obviamente, que se adapte a las necesidades de cada grupo de niños, pero una estructura que asegure que todos los niños, no importa de dónde vengan, estén recibiendo el mismo curso, estén recibiendo los mismos coaches de la misma calidad, y el mismo interés, la misma pasión.

P: Y como última pregunta ¿qué lección final nos puedes dejar para cerrar, para despedirnos de quienes lean nuestra entrevista?

R: Yo siento que todos tenemos algo que aportar. No importa qué hagas bien, sea cual sea tu talento y tu superpoder, todos tenemos algo que aportar. 

Pienso yo que sería una pena pasar nuestras vidas sin compartirlo. Creo que lo que yo me llevo de InspirARTE es que no importa quién seas, siempre hay alguien que te ve, que te ve y te admira.

Hay niños en InspirARTE que yo veo y me sorprenden, los admiro muchísimo. Y hay niños que ven a sus coches, y quieren ser como ellos. Siento que somos una cadena interminable de personas que nos admiramos entre nosotros.

Entonces creo que siempre podemos ver qué podemos aportar, y darlo.






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