Imágenes que resisten al olvido: Luis Brito realza la incansable memoria de madres buscadoras en Sinaloa

La galería “Donde el tiempo transcurre diferente”, de Luis Brito, se inaugura en el MASIN como parte del Festival de Periodismo 10+1, organizado por Revista Espejo, con un llamado desde el arte a la memoria, la solidaridad y la justicia

Por: Francisco Castro

Culiacán, Sinaloa. El patio del Museo de Arte de Sinaloa (MASIN) se convirtió en un espacio donde el tiempo se detiene —y a la vez duele— con la inauguración de la galería Donde el tiempo transcurre diferente, una obra integrada por 30 fotografías del fotoperiodista sinaloense Luis Brito.

La exposición forma parte del Festival de periodismo en Sinaloa 10+1, organizado por Revista Espejo con motivo de su aniversario.

El fotoperiodista Luis Brito, autor de la galería "Donde el tiempo transcurre diferente", es acompañado por su familia durante la exposición.

Las imágenes, que permanecerán una semana expuestas al público, dialogan con la memoria colectiva desde el respeto, la empatía y una certeza incómoda: lo que nos ocurre, nos alcanza a todos.

“Esta galería es un recordatorio de que todos estamos en el mismo barco… y que, de alguna manera u otra, todos somos afectados por las mismas cosas”, expresó Brito.

El arte que documenta, acompaña y preserva

Brito compartió que el proyecto llevó cerca de tres años de trabajo y nació del encuentro cercano con madres buscadoras.

En cada retrato —explicó— aparece una mujer sosteniendo un objeto: una prenda, un recuerdo, un pedazo de vida. “Es un pequeño puente que habla de amor, memoria y esperanza”, dijo.

Las 30 fotografías de la exposición, realizadas por Luis Brito, nacen de casi tres años de trabajo con madres buscadoras y retratan la memoria viva a través de objetos que simbolizan amor, ausencia y esperanza.

Y añadió: “Con respeto y cercanía quisimos capturar su coraje, su dolor y esa fe inquebrantable en encontrar respuestas”.

La muestra se articula además con dos obras complementarias. Sangre de mi sangre —un tejido colectivo impulsado por Sabuesos Guerreras que inició en Zacatecas— se despliega como una cascada roja que atraviesa el espacio hasta llegar al centro de la galería, donde dialoga con los retratos.

La tercera pieza, igual de elocuente, presenta calzados que pertenecían a personas halladas en fosas clandestinas: objetos silenciosos que gritan ausencias.

Micaela González Heras y su esposo Filiberto Lozada Díaz, padres de Antonio de Jesús y Cristian Giovanni Lozada González, desaparecidos en noviembre de 2012.

Voces que no se rinden

En el acto estuvieron presentes colectivos de madres buscadoras y periodistas que han acompañado estas historias. Entre ellas, la señora Micaela González Heras, buscadora independiente y madre de Antonio de Jesús y Christian Geovanny Lozoya González, desaparecidos en 2012.

El testimonio de Micaela, sereno y firme, recordó que la búsqueda no se agota con el tiempo: “La esperanza es encontrarlos… con vida, primero Dios; y si no, encontrarlos, para tener al menos un lugar”.

También estuvo como invitada especial Mirna Nereyda Medina, fundadora de las Rastreadoras de El Fuerte, quien se unió a esta lucha de búsquedas tras la desaparición de su hijo, Roberto Corrales Medina, en 2014, cuyos restos encontró tres años después, en 2017, en Ocolome, El Fuerte.

Una labor que acompaña en el dolor, la esperanza y la búsqueda

Brito lo resume con claridad periodística y ética: “Lo único que podemos hacer como periodistas es documentar, preservar y presentar”. En el MASIN, el arte hace justamente eso: acompaña, nombra y se niega a olvidar.

La exposición invita a mirar de frente. Porque a veces, para avanzar, hay que detenerse y mirar. Y sí, mirar duele; pero también despierta, coincidieron los protagonistas de esta exposición.