Playa Las Glorias y la desembocadura del río Sinaloa: un paraíso natural en la costa de Guasave

Ve video memorial de Reflejos de TVP de hace 20 años. Entre manglares, aves marinas y el Golfo de California, este destino crece como centro de recreación popular y refugio para el turismo de naturaleza.

Por: Juan Francisco Sotomayor

Guasave, Sinaloa.– En la costa del municipio de Guasave, la playa Las Glorias y la desembocadura del río Sinaloa conforman un entorno natural de gran atractivo turístico, donde el contacto con la naturaleza se mezcla con la hospitalidad de su gente.

Estos sitios, que por décadas fueron visitados principalmente por pobladores locales, hoy se consolidan como uno de los principales destinos de recreo del norte del estado.

A solo 36 kilómetros al suroeste de la ciudad de Guasave, el visitante encuentra un paisaje que combina el oleaje del Golfo de California, la vida silvestre de los humedales y la tranquilidad de un pueblo pesquero que ha sabido aprovechar su riqueza natural para impulsar el turismo.

El encanto natural del río Sinaloa

La desembocadura del río Sinaloa —antiguamente llamado Petatlán— es uno de los atractivos más admirables del sitio. Su cauce forma un extenso humedal bordeado por manglares, hogar de garzas, gaviotas, fragatas y patos (cormoranes). Los pescadores locales ofrecen paseos en lancha que permiten recorrer los brazos del estero y conocer de cerca esta reserva natural.

Durante el verano, las lluvias alimentan el río con sedimentos y materia orgánica que sustentan la abundante fauna marina. El estero El Chihuil, ubicado al oriente, corre paralelo a las dunas de la playa Bella Vista y completa el mosaico ecológico de la zona.

Vista panorámica de la desembocadura del río Sinaloa, donde las corrientes del mar y el río se encuentran. Foto Jonathan Espinoza

Un encuentro entre río y mar

La boca del río Sinaloa, con su barra natural, es un punto donde el mar y el río se enfrentan en un espectáculo de corrientes encontradas.

Aquí, la escollera levantada para guiar el cauce se convierte en mirador natural, desde donde las familias disfrutan de la vista al horizonte y del ir y venir de los pescadores.

Es también una zona rica en especies marinas, lo que la hace punto de reunión para pescadores y visitantes que gustan de probar el pescado fresco y los mariscos recién capturados.

Playa Las Glorias, Guasave, frecuente destino de voleibol de playa y otros encuentros deportivos

Las Glorias: playa de tradición y encuentro familiar

La playa Las Glorias se extiende por más de siete kilómetros de suave arena. En sus orillas se levantan marisquerías, palapas y restaurantes que ofrecen delicias del mar. Las familias locales y visitantes disfrutan bajo los parasoles, refrescándose con la brisa marina y el sonido del oleaje.

Este destino, que antaño era un rincón casi exclusivo para los habitantes de los municipios de Guasave, Salvador Alvarado, Angostura y Sinaloa (de Leyva), hoy recibe cada vez más turismo nacional y extranjero, gracias a sus servicios de hospedaje, como el tradicional Hotel El Moro y las casas de descanso familiares que se han multiplicado en los últimos años.

La Bocanita y la vista desde las dunas

El recorrido costero culmina en La Bocanita, una pequeña playa donde el río alimenta la bahía de Macapule. Ahí se encuentra un faro enclavado al final de una escollera, punto ideal para contemplar el atardecer.

A espaldas de esta playa se alzan grandes dunas de arena, conocidas como la “Copa de las Dunas”, lugar preferido por aventureros, motociclistas y campistas que buscan un entorno natural y vistas inigualables.

Playa Las Glorias, Guasave, en solitario ambiente, pronto se unirá con u puente a Playa Bellavista

Desde lo alto se aprecia la isla de Macapule, una barra arenosa de unos 22 kilómetros de longitud que cierra con broche de oro el paisaje costero de Guasave.

Las Glorias y la boca del río Sinaloa son, más que un destino turístico, un espacio donde la naturaleza conserva su fuerza y belleza, uniendo la historia ancestral de los pueblos ribereños con el presente de un turismo que crece bajo el sol y el mar de Sinaloa.