Fiesta de la Taspana de San Javier, celebran con machete, música y tradición la limpieza del pueblo

Ve video memorial del programa Reflejos de TVP en la celebración de 2013. La Taspana de San Javier, una festividad con más de siglo y medio de historia.

Por: Juan Francisco Sotomayor

A la rivera del Río Piaxtla, en el corazón del municipio de San Ignacio, Sinaloa, el pueblo de San Javier se viste de fiesta cada tercer domingo de octubre con la celebración de la Taspana, una tradición con más de 150 años de historia.

Lo que comenzó como un esfuerzo comunitario para deshierbar la maleza que deja la temporada de lluvias, se transformó en un encuentro social y cultural que hoy atrae a visitantes de todo el estado y de distintas regiones del país.

Ve el video memorial de la Fiesta de la Taspana en 2013, del programa REFLEJOS de TVP, e identifica a sus habitantes:

Trabajo con alegría, música y tequila

Desde temprano, los sanjaviereños y turistas se reúnen con machete en mano para recorrer el pueblo y cortar la maleza, al ritmo de la tambora que no deja de sonar. La fiesta es un ejemplo único de cómo el trabajo comunitario se convierte en celebración, entre música, baile y convivencia.

Un distintivo de la celebración es un burro que jala una carreta con barriles de bebida alcohólica para los asistentes. El famoso “burrobar”, cargado de barriles con vino y tequila, se encarga de mantener la energía de quienes participan en la faena.

El famoso “burrobar” reparte tequila y vino entre los participantes, símbolo de la convivencia comunitaria. Crédito Punto Mx

Origen entre vino y música de “frijol con hueso”

La tradición se remonta al siglo XIX, cuando los hermanos Vicente y Pancho Zazueta, después de varios tragos de vino producido en el pueblo, decidieron animar la limpieza con música, invitando a los vecinos a tener acceso a las bebidas sólo si colaboraban con la limpieza.

La taspana es una herramienta para cortar la maleza, que consiste en un herraje filoso en forma de "L", sujetado con una extensión de mango de madera, con una tradición de siglos en los campos de Sinaloa.

Fiesta de la Taspana en San Javier, cuando la limpieza del pueblo se convierte en una fiesta de música, machetes y tradición sinaloense. Crédito Mazatlán Interactivo.

La festividad se empezó a realizar con una improvisada banda, conocida como “frijol con hueso” por su mezcla de instrumentos que no definían un estilo, marcó el inicio de una costumbre que nunca ha perdido su esencia: no hay Taspana sin música de banda.

Encuentro de generaciones y patrimonio cultural

La fiesta no solo es un acto de limpieza, sino también un momento de reencuentro para los sanjaviereños que radican en otros lugares. Familias enteras regresan cargando recuerdos, mientras jóvenes y mayores participan juntos en la algarabía.

Con más de 165 años de historia, la Taspana es hoy patrimonio cultural de San Javier y atractivo turístico de San Ignacio. Crédito Mazatlán Interactivo

En algunas ediciones, la Universidad Autónoma de Sinaloa enriquece el programa con actividades culturales, conferencias, presentaciones artísticas y poesía.

Tradiciones vivas en San Javier

San Javier, uno de los antiguos asentamientos jesuitas a la ribera del río Piaxtla, conserva otras expresiones culturales como el viacrucis barroco cantado y la pastorela con más de 80 años de representación.

Sin embargo, la Taspana es su sello más distintivo: una fiesta que une machetes y tamboras, tequila y sonrisas, recuerdos y nuevas historias.

Turismo y proyección cultural

Con el paso de los años, la Taspana se ha consolidado como un atractivo turístico de la región. Hoteles y prestadores de servicios de San Ignacio reportan una alta afluencia durante esas fechas, lo que convierte a esta celebración no solo en un espacio de tradición, sino también en una oportunidad para el desarrollo económico local.

Lo que empezó como un simple acto de limpieza hoy es un legado cultural que simboliza unidad, alegría y sentido de pertenencia. Para los sanjaviereños, la Taspana es mucho más que cortar hierba: es reafirmar la identidad de su pueblo y mantener viva la memoria de sus antepasados.