Vecinos de Zona Dorada, en Culiacán, celebraron con cine al aire libre y un simbólico Grito de Independencia en el Parque Lago Manitoba, recaudando fondos para su mantenimiento
Por: Francisco Castro
La noche del 15 de septiembre, el Parque Lago Manitoba, ubicado en el fraccionamiento Zona Dorada, contiguo al sector Los Ángeles, se convirtió en un espacio de convivencia comunitaria gracias a una función de cine al aire libre que reunió a familias de la zona.
La actividad, organizada por el comité de vecinos del parque, en coordinación con Parques Alegres, tuvo un doble propósito: ofrecer un espacio recreativo a niñas, niños y padres de familia, y al mismo tiempo recaudar fondos para el mantenimiento del lugar.
“El recurso es para comprar bolsas, más escobas, para echar gasolina a la desbrozadora y a la máquina para cortar el zacate”, explicó Francisco Javier Espinoza González, presidente del comité vecinal.
Función a beneficio del parque Lago Manitoba
Además, Javier adelantó que una de las metas es colocar una techumbre de lámina en una de las pérgolas y dar mantenimiento a las mesas del parque.
Con esa visión, la vendimia que acompañó la función de cine —antojitos, snacks y bebidas refrescantes— se convirtió en un esfuerzo comunitario para conservar y mejorar el espacio público.
La proyección de la película Elio, animación de Pixar, fue el atractivo principal de la velada. Poco más de 15 niñas y niños, acompañados de sus familias, disfrutaron de la historia de un pequeño soñador fascinado con los extraterrestres, en una atmósfera relajada y segura.
Grito de independencia, una ceremonia simbólica
El evento, que regularmente se organiza una vez al mes, tuvo en esta ocasión un tinte especial por las fiestas patrias. Después de la película, los asistentes participaron en una breve pero significativa ceremonia del Grito de Independencia, encabezada por uno de los niños presentes.
Francisco Javier recordó que hace un par de años la organización de estas actividades recaía casi por completo en él, pero hoy el comité está integrado por alrededor de 15 vecinos que se reparten responsabilidades: desde las compras, la preparación de los alimentos y bebidas, hasta la venta y la logística del evento.
La experiencia demuestra cómo, con creatividad y voluntad, los espacios públicos pueden transformarse en centros de encuentro y construcción comunitaria.
Bajo el cielo estrellado y entre risas infantiles, el Lago Manitoba se reafirmó como un lugar donde el cine, la identidad nacional y la solidaridad vecinal caminan de la mano.