El parque de la palapa se ha convertido en un punto de encuentro con nuevas canchas, techumbres, iluminación y actividades para toda la familia.
Por: Jacqueline Sánchez Osuna
El parque Monte de San Pablo, mejor conocido como el parque de la palapa en Alturas del Sur, es hoy uno de los espacios más activos y cuidados de la zona gracias al incansable trabajo del comité ciudadano en colaboración con Parques Alegres.
A través de múltiples gestiones y esfuerzos coordinados, han logrado transformar este lugar en un punto de encuentro comunitario para la convivencia, el deporte y la cultura.
Gran estructura en el parque
Actualmente, el parque cuenta con una cancha de pasto sintético, gradas para espectadores, dos techumbres, alumbrado funcional y áreas verdes gracias a una constante labor de arborización.
Además de la infraestructura, lo que más distingue al parque es su dinamismo: se ofrecen clases de tang soo do, zumba, jazz, fútbol y artes escénicas, además de eventos especiales como los festejos del Día del Niño, Día de las Madres y convivencias familiares.
Un comité de personas responsables
El comité está integrado por personas comprometidas con el bienestar común: Luis, quien funge como presidente, Maricruz, Brisa, Ernestina, Gonzalo y Lupita. Todos han puesto tiempo, esfuerzo y corazón en cada gestión para mejorar el entorno.
“Lo hacemos por la comunidad y por nuestros hijos. Ver el parque lleno de niños y familias nos motiva a seguir trabajando”, comentó Luis, presidente del comité, quien también agradeció el respaldo constante de Parques Alegres para materializar cada proyecto.
La colaboración con esta organización ha sido clave para gestionar recursos, vincularse con autoridades y dar seguimiento a cada mejora. “Antes el parque estaba solo y descuidado, ahora es un lugar bonito, iluminado, con clases todos los días”, señaló Brisa, una de las integrantes más activas del grupo.
Este parque no solo ofrece espacios funcionales, sino que se ha convertido en un símbolo de lo que puede lograrse cuando la ciudadanía se organiza y trabaja en equipo. La experiencia del comité del parque San Pablo demuestra que con voluntad, unión y apoyo institucional, es posible construir entornos más seguros, saludables y llenos de vida.