Plan Nacional de Desarrollo: Mujeres al Frente

El Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 ha puesto sobre la mesa un compromiso claro y fuerte: construir una "República de y para las mujeres".

Por: Jesús Moreno

En México, la desigualdad entre hombres y mujeres ha sido un problema histórico. A pesar de los avances, muchas mexicanas siguen enfrentando pobreza, falta de oportunidades, violencia y discriminación. Por eso, el gobierno federal ha decidido colocar a las mujeres en el centro de su estrategia de transformación del país.

El Plan Nacional de Desarrollo incluye un eje transversal llamado “Igualdad sustantiva y derechos de las mujeres”, que busca construir una “República de y para las mujeres”. Esto significa crear un México donde todas puedan vivir con dignidad, libres de violencia y con las mismas oportunidades que los hombres.

¿Qué es la igualdad sustantiva?

Es mucho más que tratar igual a todas las personas. Se trata de reconocer que, para lograr la equidad, se deben atender las diferentes realidades que viven las mujeres, como su origen étnico, su situación económica, su edad o si viven con alguna discapacidad.

Es decir, entender que no todas parten del mismo lugar y que algunas necesitan apoyos específicos.

Principales problemas que enfrentan las mujeres en México

El diagnóstico del plan deja claro que la desigualdad de género sigue siendo una gran barrera. Estos son algunos de los datos más preocupantes:

  • 25 millones de mujeres viven en pobreza. En zonas rurales, casi la mitad de ellas está en esta situación.
  • El 49% de las mujeres no tiene seguridad social y el 40% no tiene acceso a servicios de salud.
  • Las mujeres ganan en promedio 25% menos que los hombres, aunque hagan el mismo trabajo.
  • Siete de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de violencia en su vida.
  • Las mujeres hacen más del doble del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres.

¿Qué propone el gobierno?

El plan incluye acciones concretas para mejorar la vida de las mujeres en distintos ámbitos:

  1. Autonomía económica: Se impulsan políticas para reducir la brecha salarial, promover empleos dignos, facilitar el acceso al crédito y garantizar que las mujeres puedan tener propiedades a su nombre.
  2. Trabajo de cuidados: Se busca reconocer el valor del trabajo doméstico y compartirlo entre el Estado, las familias y la comunidad. Se ampliarán estancias infantiles y centros de atención para personas mayores.
  3. Participación política: Aunque hay avances en la paridad, aún faltan mujeres en cargos de poder. Por eso se trabaja para prevenir y sancionar la violencia política y asegurar que ellas participen en igualdad de condiciones.
  4. Fin de la violencia: Se fortalecen los refugios, fiscalías especializadas y órdenes de protección. Además, se promueven leyes más estrictas y se trabaja en cambiar la cultura que justifica o normaliza la violencia.

¿Por qué es importante este eje?

Porque no se trata solo de ayudar a las mujeres, sino de transformar todo el país. Un México donde las mujeres tengan igualdad de oportunidades es un México más justo, seguro y próspero para todos. Además, empoderar a las mujeres impulsa el crecimiento económico, mejora la salud de las familias y fortalece la democracia.

Mujeres. Foto. Pixabay.

La igualdad sustantiva no se logra de un día para otro. Requiere voluntad política, compromiso social y un cambio profundo en la forma en que entendemos el papel de las mujeres en nuestra sociedad.

Este eje transversal es un paso importante para romper con años de desigualdad y construir un país donde todas puedan vivir libres, seguras y con poder de decisión sobre sus vidas.