La presión es un privilegio

Cuando entrevisté a Gilberto Aispuro, CEO de Grupo Premier Automotriz, me dijo algo que me voló el cerebro.

Por: Ildefonso Avilez

Un buzo que ha logrado descender a las profundidades del mar, no puede simplemente subir de golpe a la superficie. Por más experimentado que sea, necesita detenerse cada ciertos metros para que sus pulmones se ajusten a la presión. Si sube demasiado rápido, se revienta por dentro. 

Así también pasa en los negocios. Muchos quieren llegar a ser CEO, pero pocos se detienen a reflexionar sobre la presión que implica estar en la cima. Gilberto lo dijo así: “Si subes de un jalón, truenas. No estás preparado. Primero acostúmbrate al nivel de presión… y luego síguele.” Y es que el crecimiento no se trata solo de avanzar… se trata de aguantar.

Las personas más exitosas son capaces de soportar altos niveles de presión. No están ahí por el talento, ni por el conocimiento, están ahí porque han aprendido a soportar niveles de presión que no cualquiera aguanta. 

La presión no es el enemigo, es parte del camino. Es una parte natural del mundo empresarial, y quienes aspiran a tener éxito deben aprender a lidiar con ella y afrontarla, tanto dentro como fuera de la empresa.  Porque si hay presión, es que estás haciendo algo que vale la pena.