Ve el video memorial de hace 20 años del programa Reflejos de TVP. Descubre cómo era a sus inicios el proyecto ecoturístico de la sierra de Durango y el esfuerzo de los pioneros en mostrar el bosque
En la sierra sur del estado de Durango, entre cañones, barrancas y un bosque templado de pinos y encinos, se levanta una joya natural que comienza a ser reconocida como destino selecto para el turismo de montaña: el Cañón de la Cascada del Salto del Agua Llovida, en la cuenca del río Acaponeta.
Esta zona, que abarca más de 100 mil hectáreas de tierras privadas y ejidales, forma parte del proyecto Integradora Sierra Sur de Durango, una iniciativa de conservación y desarrollo sustentable que busca convertir a esta región en un complejo integral de ecoturismo, con la participación activa de las comunidades locales.
Un corredor biológico vital del noroeste de México
El bosque que rodea al Salto del Agua Llovida se distingue por su excelente estado de conservación. En él habitan especies emblemáticas como el venado cola blanca, el guajolote silvestre, la chara copetona, el pájaro primavera real y una amplia variedad de aves neotropicales y endémicas.
Gracias a su ubicación estratégica, este ecosistema forma parte de uno de los principales corredores biológicos del noroeste del país, uniendo la franja espesa de la Sierra Madre Occidental con la costa del Pacífico.
En el corazón de este corredor, la cascada del Salto del Agua Llovida ofrece un espectáculo natural donde confluyen los arroyos Santa Rosa, El Durazno, El Infiernillo y Las Playas.
Turismo de montaña y conservación con visión comunitaria
La visión de este proyecto no se limita a la promoción turística, sino que busca reducir la presión sobre los recursos forestales al ofrecer alternativas económicas sostenibles para los pobladores.
Hace 20 años recogimos el testimonio Juan Antonio Mancinas Alemán, en ese tiempo director del Rancho Molinillos y tesorero de la Integradora Sierra Sur de Durango y esto fue lo que nos dijo:
“Lo que pretendemos es arraigar la fauna e incrementarla antes de pensar en su aprovechamiento. El turismo rural, la observación de aves, las cabalgatas y los deportes de montaña pueden ser una gran alternativa para las comunidades y para el visitante”.
El Rancho Molinillos, ubicado en uno de los puntos más altos de la sierra, opera como una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) y ofrece rústicas instalaciones de hospedaje, ideales para quienes buscan una experiencia de descanso en contacto directo con la naturaleza.
Reforestación y manejo sustentable del bosque
De manera paralela al desarrollo turístico, se impulsa un programa integral de manejo forestal que contempla acciones de reforestación, conservación de suelos, cosecha de agua y protección de hábitats.
En ese mismo tiempo entrevistamos a Juan Manuel Casián, asesor en servicios ambientales del proyecto y esto planeaban:
“El objetivo es preservar los ecosistemas donde habitan especies de alto valor ecológico, como el venado cola blanca y el guajolote silvestre, además de mantener el equilibrio del bosque más allá del aprovechamiento maderero”.
Un destino para la contemplación y la ciencia
El Bosque del Cañón del Salto del Agua Llovida es hoy un espacio ideal para observadores de aves, investigadores, campistas y amantes de la contemplación natural.
En su diversidad vegetal destacan especies únicas como el pino pseudotsuga, o abeto de Douglas, la conífera nórdica en la porción más sureña de la Sierra Madre Occidental, y el cedro blanco, que prospera en las zonas húmedas de la cuenca.
El acceso a esta región se realiza desde la comunidad de Navíos, a la altura del kilómetro 63 de la carretera Durango–Mazatlán. Desde ahí, rumbo al oriente, un camino de terracería de aproximadamente 50 kilómetros conduce a través de paisajes que resumen lo diverso de la Sierra Madre Occidental.
Un modelo de desarrollo sustentable
Con una combinación de riqueza biológica, belleza paisajística y organización comunitaria, la Sierra Sur de Durango se consolida como ejemplo de cómo el turismo y la conservación pueden coexistir en armonía.
El Cañón de la Cascada del Salto del Agua Llovida no solo representa un atractivo natural de gran valor ecológico, sino también una esperanza para el desarrollo sostenible de las comunidades serranas de Durango, uniendo el respeto por la naturaleza con el impulso económico y social.
No se equivocaron los pioneros del ecoturismo en la zona. Entre pinos, aves y cascadas, la Sierra de Durango conserva la cuenca del Río Acaponeta como un santuario de vida, belleza y equilibrio.