Erika Bueno: piñatas con corazón y liderazgo vecinal en el fraccionamiento Los Ángeles

Conoce la historia de Erika Yaneth Bueno, vecina del fraccionamiento Los Ángeles que combina su empleo formal, la creación de piñatas artesanales y el liderazgo comunitario para fortalecer su colonia en Culiacán

Por: Francisco Castro

En el fraccionamiento Los Ángeles, el talento de las manos también construye comunidad. Erika Yaneth Bueno no solo cumple con su empleo formal, sino que encuentra tiempo para transformar papel, engrudo y cartón en piñatas que llenan de color las fiestas de su entorno. 

Además, Érika Yaneth preside el comité de vecinos del Parque Ventura, al nororiente de Culiacán, contribuyendo activamente a las mejoras de los espacios públicos de su colonia.

Erika organiza su tiempo con disciplina: atiende a su familia por la mañana y dedica las tardes a la producción de piñatas. Para ella, el mayor logro no es solo entregar un pedido, sino ver la alegría que provoca.

Su historia es la de muchas mujeres que, sin hacer ruido, sostienen sonrisas, organizan esfuerzos y tejen comunidad con creatividad y constancia.

Un arte aprendido en la infancia

El gusto por las piñatas llegó temprano. A los 10 años, Erika participó en un curso del DIF en la colonia El Mirador, donde aprendió la técnica tradicional: globos forrados con periódico mojado en engrudo, moldeados a mano para dar forma a distintas figuras.

Su primera creación fue una estrella. No perfecta, pero sí suficiente para despertar una pasión que nunca la ha abandonado. Con el tiempo, fue afinando su técnica, tomando cariño al proceso y encontrando en esta manualidad una forma de relajarse. 

“Cuando estoy estresada, necesito hacer una piñata”, dice. Para ella, no es solo un oficio: es terapia.

Piñatas que acompañan toda una vida

Hoy, Erika elabora piñatas únicamente por pedido. La mayoría de sus clientes llegan por recomendación, atraídos por los detalles, la resistencia y el acabado artesanal de su trabajo. 

Algunos niños han tenido piñatas hechas por ella desde su primer año de vida hasta sus fiestas de 10 u 11 años. Incluso ha realizado piñatas para adultos, incluida una especial para una celebración de 98 años.

Las figuras más solicitadas siguen siendo personajes infantiles como Barbie, Spider-Man o Dragon Ball, comenta, además de las tradicionales estrellas de cinco y siete picos en temporada decembrina. Entre los retos más grandes, recuerda una piñata de Spider-Man colgado de cabeza, que requirió un proceso detallado de secado y armado.

Liderazgo que transforma espacios

Además de su talento artístico, Erika también preside el comité de vecinos del Parque Ventura. Desde ahí ha impulsado mejoras, organización y participación, convencida de que los espacios públicos bien cuidados fortalecen la convivencia.

Esa misma vocación de servicio se refleja en su disposición a ayudar a otras personas. Ha enseñado técnicas a vecinas para mejorar su trabajo y, cuando no puede atender un pedido, recomienda a quienes también se dedican a esta actividad.

Tradición familiar y creatividad heredada

Recuerda que su madre confeccionaba disfraces con papel, tela y lo que tuviera a la mano. De ahí cree que heredaron esa facilidad para las manualidades.

Los precios de sus trabajos varían según la complejidad. Hay modelos sencillos y otros más laboriosos, especialmente los personajes.

Su historia demuestra que el bienestar de una colonia también se construye con manos que cortan, pegan, moldean y, sobre todo, creen que los pequeños actos pueden generar grandes sonrisas.