Ostrablock, el proyecto de Expo Ciencias que llevará a Ammi, José Manuel y Luis Ángel de su secundaria en Mazatlán a Costa Rica

Los estudiantes tuvieron una destacada participación en la Expo Ciencias Nacional gracias al proyecto que idearon para solucionar una problemática escolar, con tabiques y losetas que combinan cemento con conchas de moluscos que sirven como aislante térmico.

Por: Eunice Arredondo

Expo Ciencias Costa Rica 2026 recibirá a tres estudiantes mazatlecos de la Secundaria General No.4 “Mariano Escobedo”, de la colonia Flores Magón.

Con una destacada participación en la Expo Ciencias Nacional 2025 realizada en Tamaulipas del 2 al 7 de diciembre, Ammi, José Manuel y Luis Ángel, con su maestro asesor Jesús Ramón Zavala, lograron obtener una acreditación para el evento internacional.

Después de más de siete meses de ardua preparación posterior a la Expo Ciencias estatal, los jóvenes mazatlecos cristalizaron su objetivo: dar a conocer su proyecto “Ostrablock” una innovadora idea concebida para solucionar una problemática de su comunidad escolar utilizando la ciencia.

Los jóvenes explican que en su secundaria por un tiempo sufrieron de problemas con la energía eléctrica y eso hacía que los aires acondicionados no funcionaran y los salones se calentaran durante el horario de clases.

Así los tres alumnos, que cursan el segundo año de secundaria en diferentes salones formaron un grupo para crear su proyecto de Expo Ciencias.

El asesor los seleccionó debido a sus habilidades que se complementan para una buena exposición, Ammi es buena en la improvisación, Luis Ángel es bueno para explicar y José Manuel con su conocimiento puede responder muy bien las preguntas de los evaluadores.

“Escogimos un problema palpable del entorno y buscamos cómo resolverlo: en el interior de los salones la sensación térmica es alta, entonces ellos se metieron a investigar con qué tipo de material pudieran ayudar a la estructura o a la construcción para que no se calentara, así como se calientan las aulas que tenemos y fue como encontraron que en Dinamarca se utilizan las conchas en las marquesinas de las calles de forma aislante”, explica el profesor Jesús.

Ciencia y creatividad para resolver problemas escolares

Con esta base, idearon cómo construir tabiques, blocks o losetas que, combinando cemento con conchas de moluscos ayudaran a que no haga tanto calor al interior de una construcción.

El primer paso fue recolectar las conchas, lo cual no fue difícil pues en Mazatlán existen muchos moluscos en los esteros y el mar, que son extraídos y luego vendidos en las marisquerías.

“Nos dimos cuenta que en la región lo que hacen con las conchas son artesanías y todas las demás van a bote de basura. Recolectamos las conchas en la marisquería que está cerca de la escuela las lavamos, les quitamos el residuo del ostión y las pusimos a secar sol para después molerlas con martillos”, dice Luis Ángel.

Luego, ayudados con moldes empezaron a crear los tabiques y losetas, unos con cemento y conchas enteras o molidas, otros con arena y gravilla, haciendo diferentes prototipos para luego medir sus propiedades.

Los estudiantes midieron la capacidad térmica de los bloques, pues su principal objetivo era reducir la temperatura en sus cálidos salones de la secundaria y lograron resultados muy positivos.

Con un termómetro infrarrojo tomaban la temperatura de los bloques colocados en una mesa sin superficie en la que colocaron cinta para sostener los tabiques midiendo la temperatura cada diez minutos por encima y por debajo de los prototipos.

En una hora determinaron la temperatura que los tabiques y losetas retuvieron en la parte de arriba y no traspasó a la parte de abajo.

El prototipo que mayor temperatura retuvo fue uno que disminuyó 4.9 grados de temperatura que no traspasaron el tabique.

“Mantiene la temperatura al interior del lugar, si el salón está frío y afuera en el ambiente hace calor hace que se mantenga el frío en el interior y viceversa si el ambiente es frío y al interior hace calor hace que se mantenga esa temperatura al interior, la temperatura se queda en las conchas y no traspasa tanto”, explica José Manuel.

El poder del trabajo en equipo: cómo tres estudiantes marcaron la diferencia

Pero el esfuerzo no quedó ahí, los muchachos y su asesor persiguieron un objetivo aún más ambicioso: que Ostrablock cumpliera con la Norma Mexicana de Construcción para Tabiques.

Así que midieron también la resistencia, tensión, absorción y retención de humedad de cada prototipo.

Con apoyo del Doctor José Francisco Lizárraga Pereda, de la Facultad de Ingeniería de la UAS, los estudiantes pudieron acceder a las prensas para medir resistencia y tensión.

En cada uno de los valores medidos encontraron prototipos de Ostrablock que cumplían y rebasaban las exigencias de la Norma Mexicana, colocando así a este proyecto como viable para su producción y utilización en construcciones.

Con el entusiasmo de lograr prototipos sobresalientes, llegó la hora de analizar toda la información obtenida de la medición para integrarla en una exposición digerible y atractiva para la Expo Ciencias.

Los jóvenes se quedaron dos horas después de clases durante siete meses para trabajar en el proyecto y toda la información debía resumirse en una presentación de entre 7 y 10 minutos con material de apoyo muy bien seleccionado y un stand atractivo.

De Mazatlán a Costa Rica: el camino hacia la Expo Ciencias Latinoamérica 2026

Así, emocionados y algo nerviosos, los jóvenes y su asesor partieron a Tamaulipas, donde todo su esfuerzo fue coronado con un pase a la Expo Ciencias Costa Rica 2026.

Gracias al apoyo y los ánimos de su familia, profesores y compañeros, Ammi, Luis Ángel y José Manuel pusieron en alto el nombre de su escuela, de Mazatlán y Sinaloa, con su proyecto Ostrablock.

El viaje de Ammi, José Manuel y Luis Ángel es un claro ejemplo de cómo la creatividad y el trabajo en equipo pueden transformar desafíos en soluciones innovadoras que impactan positivamente su entorno alcanzando metas ambiciosas.

Su proyecto Ostrablock no solo aborda un problema real en su comunidad escolar, sino que también promueve la sostenibilidad al reutilizar conchas de moluscos, contribuyendo a un entorno más saludable y eficiente.

Este logro no solo resalta la importancia de la ciencia y la innovación en la educación, sino que también inspira a otros jóvenes a seguir sus pasos.

La historia de Ostrablock es un recordatorio de que las soluciones a los problemas locales pueden surgir de las mentes de nuestros estudiantes, quienes están listos para liderar el camino hacia un futuro más brillante y sostenible.