El pequeño Jonathan Elías Salazar inspira a otros a explorar el mundo de la pintura y la creatividad
Con apenas unos meses de práctica, Jonathan Elías Salazar Elizalde, un niño entusiasta del arte, ha logrado plasmar en sus lienzos figuras como un loro, unos aguacates y un patito, demostrando que el talento y la pasión pueden florecer cuando se les brinda la oportunidad.
“Me gusta el arte porque me parece muy hermoso y creo que a eso me puedo dedicar de grande”, comparte Jonathan.
Él ha participado en cursos de verano y talleres que le permitieron conocer distintas técnicas pictóricas. Su entusiasmo por el color y la forma lo ha llevado a crear obras que reflejan sensibilidad y alegría.
A los niños que aún no han tenido contacto con el arte, los anima a no rendirse y a buscar espacios donde puedan expresarse:
“No es algo fácil, pero resulta muy agradable”, dice con una sonrisa.
Talleres que promueven cultura y paz
Los talleres de arte en Villa Juárez forman parte de una iniciativa cultural coordinada por Yajaira Santiago Hernández, licenciada en Diseño Gráfico y Artes Visuales, quien junto con sus hermanos y familiares impulsa el acercamiento de niñas y niños al arte y la música como herramientas de desarrollo personal y comunitario.
En las sesiones, los pequeños artistas exploran temas y las técnicas de los grandes movimientos artísticos.
“Cada sesión es una oportunidad para descubrir una nueva forma de ver el mundo”, comenta Santiago Hernández.
Nuevas temáticas y aprendizaje práctico
Los próximos talleres, que se impartirán los sábados de 10:00 a 12:00 horas, estarán enfocados en el Arte Mexicano, especialmente en la época del muralismo. Entre las actividades destacan:
- Conocer a los artistas mexicanos y sus obras.
- Creación de lienzos y pigmentos naturales.
- Elaboración de murales colectivos.
La cuota de recuperación será de $70 pesos, lo que permite que más niñas y niños tengan acceso a materiales y orientación artística.
El caso de Jonathan demuestra cómo el arte puede convertirse en un camino de descubrimiento y esperanza. Su historia inspira a otros a seguir explorando su creatividad, fortaleciendo la identidad cultural y fomentando una comunidad más unida y en paz.
