Conoce a Manuelito, el niño de ocho años cuyo espíritu y disciplina en el fútbol son más grandes que su edad. Su sonrisa brilla en la cancha: el balón es su sueño
Por: Francisco Castro
En el rostro de Manuel Antonio Castillo Peralta, de apenas ocho años, se dibuja una sonrisa que brilla como las tardes de fútbol en las canchas del sector Nakayama. Lo llaman “Manuelito”, pero su determinación en el campo deja claro que su espíritu es mucho más grande que su edad.
Desde que aprendió a caminar, el balón ha sido su compañero inseparable, su forma de expresarse y su camino hacia un sueño que, aunque incipiente, ya toma forma con fuerza y disciplina.
Manuelito es talento del Deportivo Meny’s
Vecino del sector Barrancos, en Culiacán, Manuelito entrena en la escuela de futbol Menys, en la colonia Antonio Nakayama, y durante el mes de gosto fue convocado para participar en un torneo nacional en Guadalajara con el equipo Jaguara FC.
El equipo llegó a la final del torneo Login Sport, dejando en alto el nombre de Sinaloa. Aunque no lograron llevarse el campeonato, la experiencia marcó un antes y un después en la vida del pequeño futbolista.
“Logramos ir a la final, pero lamentablemente perdimos. Hicimos todo lo que pudimos”, cuenta Manuelito con una madurez poco común para su edad. Habla con serenidad, pero con la mirada encendida de quien sabe que la derrota no es el final del camino, sino un peldaño más hacia el aprendizaje.
Antonio vive de cerca el desarrollo futbolístico de su hijo
Su padre y entrenador, Antonio Castillo, lo observa con orgullo. Él mismo fue futbolista amateur y entrenador, y reconoce en su hijo un talento que trasciende la simple afición.
“Es muy rápido, con y sin balón. Tiene buena visión, remata bien y, aunque no es muy alto, destaca por su juego aéreo. Lo bajaron a jugar de lateral en Guadalajara, y los entrenadores quedaron encantados. Es una posición nueva para él, pero se adaptó increíble”, relata Antonio.
Manuelito comenzó a patear el balón casi al mismo tiempo que aprendió a caminar. Su padre recuerda los días en que lo llevaba a los entrenamientos y lo dejaba correr entre los jugadores mayores.
“Desde los dos años ya traía su pelota. Empezó con el profe Noel, en Galácticos, y desde entonces no ha parado”, recuerda.
Admirador de Messi y Cristiano Ronaldo
Actualmente cursa cuarto año de primaria y combina los estudios con su pasión deportiva. Sus ídolos son Messi y Cristiano Ronaldo, una dualidad que refleja su admiración tanto por la técnica como por la mentalidad de los grandes.
“Me gusta correr, jugar por las dos bandas. Quiero ser jugador profesional y conocer muchos lugares”, dice, con la naturalidad de quien ya ha comenzado a soñar en grande.
Su historia es la de muchos niños sinaloenses que encuentran en el deporte una oportunidad para crecer, aprender y construir disciplina. Pero Manuelito tiene algo más: el ejemplo cercano de su padre, la guía de su escuela y un amor genuino por el juego. El juego divierte, la disciplina te hace grande.