Con solo 10 años, Nicolás Hernández Peña demuestra que la creatividad, el esfuerzo y el apoyo familiar pueden convertir una idea dulce en un gran proyecto lleno de ilusión e inspiración en Culiacán
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa.- A sus apenas 10 años, Nicolás Hernández Peña ya es un ejemplo de que los sueños no tienen edad.
Con una sonrisa entusiasta y mucha imaginación, este pequeño emprendedor decidió darles vida a los personajes favoritos de niños y niñas a través de su marca Candy Toon’s, una deliciosa propuesta de bombones personalizados que llenan de color y dulzura Culiacán.
Nicolás, niño emprendedor de Culiacán que convierte caricaturas en dulces emociones
“Decidí vender los bombones porque es un producto rico y novedoso, que a la gente le sorprende al verlo, sobre todo a los niños y niñas, quienes son mis principales consumidores”, expresó Nicolás.
La historia de Nicolás comenzó desde muy pequeño, cuando acompañaba a su mamá, Patricia Peña Morales, a distintos bazares, y a su papá, Ramsés Hernández Cansino, quien organiza eventos de historias que inspiran. Observando y aprendiendo de ellos, Nicolás soñó con tener su propio negocio.
“Quería generar mis propios ingresos, empezar a ganar dinero, y le pedí apoyo a mis papás; ellos no dudaron en respaldarme”, confesó orgulloso.
Hace cuatro meses con el respaldo de sus padres, Nicolás convirtió su deseo en realidad. Hoy, Candy Toon’s ofrece una variedad de bombones con personajes infantiles de moda como Stitch, Labubu, Spiderman, Kuromi, My Melody, Hello Kitty, Bob Esponja, Patricio, Barbie, ositos y muchos más.
El nombre de su proyecto combina su amor por los dulces (“Candy”) y las caricaturas (“Toon’s”), y además refleja su interés por aprender inglés y soñar en grande.
“En un futuro quiero ofrecer también chocolates de Dubái”, dice con una sonrisa, demostrando que sus metas no se detienen. Por ahora, todas sus ganancias las reinvierte en su negocio, aunque entre risas reveló que quiere comprarse un videojuego.
El éxito de Candy Toon’s no solo se mide en ventas, sino en las sonrisas que Nicolás causa. A través de su cuenta de Instagram @candytooncln o por WhatsApp, recibe pedidos para eventos sociales y encargos especiales.
Pero lo que realmente distingue a Nicolás es su visión del futuro. Sueña con convertirse en un gran mercadólogo, porque le apasiona la creatividad, el diseño y la comunicación. Le gusta descubrir cómo una buena idea puede transformar emociones y conectar con las personas. A su corta edad ya entiende que en cada producto existe una historia y un propósito.
Su mamá, Patricia, tiene claro que el papel de la familia es fundamental: “Los padres siempre debemos estar presentes para apoyar los sueños de nuestros hijos. Así como los acompañamos cuando practican un deporte, también debemos impulsarlos si quieren emprender. Creer en ellos es darles alas para crecer, aprender y descubrir de lo que son capaces”, expresó con emoción.
Así, con el amor de sus padres y la chispa de su creatividad, Nicolás Hernández Peña se abre camino como un emprendedor con corazón, demostrando que cuando se combina la dulzura con los valores y la imaginación, el resultado siempre inspira.
Candy Toon’s no es solo un negocio: es el reflejo de un niño que cree en sí mismo, que se atreve a soñar y que, con cada bombón que entrega, comparte una pequeña muestra de esperanza, color y alegría.