Capistrano Wings, un negocio familiar en Culiacán que se abre camino por el corredor a Imala

Con trabajo, fe y pasión por la comida, la familia Félix convierte Capistrano Wings en símbolo de esperanza y emprendimiento local

Por: Francisco Castro

Entre el aroma a hamburguesas recién hechas y el chisporroteo de la parrilla, Iván Francisco Félix encuentra motivos para seguir soñando en Culiacán. 

Hace dos años, junto con su esposa, decidió transformar su gusto por la comida en una oportunidad: así nació Capistrano Wings, un pequeño negocio familiar que hoy suma su segunda sucursal, instalada sobre el corredor a Imala, al nororiente de la ciudad, frente al residencial Maralago, en el sector Los Ángeles.

Entre el aroma a hamburguesas y el esfuerzo diario, Capistrano Wings crece en Culiacán como ejemplo de perseverancia, unión familiar y amor por la cocina.

“Nos gusta lo que hacemos. Es por gusto, pero también por necesidad”, dice Iván, con una sonrisa franca, mientras acomoda las mesas del local. “Cuando un cliente llega y le gusta nuestro producto, y te lo dice, esa es la mayor satisfacción”, comparte para Tus Buenas Noticias.

Todo surge en Capistrano

El proyecto comenzó en el fraccionamiento Capistrano, en el sector Barrancos. Desde entonces, Iván y su esposa han trabajado hombro a hombro, apostando por una propuesta sencilla pero honesta: hamburguesas al estilo americano, alitas y boneless, todos elaborados de forma casera.

“Todo lo hacemos nosotros, con nuestras manos. No hay nada que nos haga sentir más orgullosos que eso”, comenta.

La decisión de abrir una segunda sucursal no fue producto del éxito inmediato, sino de la necesidad de resistir. “Bajaron mucho las ventas, hasta un 70%, y teníamos que buscar una manera de mantenernos. Este nuevo punto tiene más movimiento; la idea es que un negocio ayude al otro”, explica Iván.

A pesar de las dificultades económicas que enfrentan muchos pequeños negocios en Culiacán, la familia Félix mantiene la esperanza viva. Cada tarde, de miércoles a domingo, abren las puertas de su food truck con el mismo entusiasmo del primer día.

“Hay cansancio, claro, pero también hay sueños. Y eso es lo que te levanta”, confiesa orgulloso de su trabajo honesto.

“Todo esfuerzo vale la pena”: Iván

Con dos sucursales y un pequeño equipo de trabajadores, Capistrano Wings sigue creciendo paso a paso, impulsado por la perseverancia y la fe.

“Esto lo hacemos por nosotros, pero también por nuestros hijos, por los empleados que dependen del negocio. Porque cuando te gusta lo que haces, todo esfuerzo vale la pena”, afirma Iván.

Entre salsas, humo y sonrisas, Capistrano Wings se ha convertido en algo más que un negocio: es el símbolo de una familia que se niega a rendirse, que apuesta por su ciudad y que demuestra que, incluso en tiempos difíciles, los sueños también se cocinan a fuego lento.