Rosy Cortez, ejemplo de nobleza y empatía: su amor convierte el sacrificio en esperanza para 23 perritos en Culiacán

Rosa Elena Cortez Gómez es una luz de amor y esperanza para 23 perritos y para quienes creen en la fuerza de un corazón generoso en Culiacán. Lo que para muchos sería una carga, para ella es una misión de transformar el abandono en alegría

Por: Juan Madrigal

Culiacán, Sinaloa.- Con una fuerza y una determinación que inspiran, Rosa Elena Cortez Gómez, conocida cariñosamente como Rosy, ha transformado la vida de 23 perritos rescatados, demostrando que la solidaridad, la empatía y el amor verdadero pueden iluminar incluso los caminos más oscuros y difíciles.

Cada amanecer, a pesar del cansancio y las dificultades, Rosy se levanta con la convicción de que su labor tiene un propósito: proteger, sanar y dar un hogar a quienes no tienen voz. Foto: Lino Ceballos

Rosy, el corazón que rescata vidas: 23 perritos salvados gracias a su amor y solidaridad

Entre la pérdida de su hogar y la incertidumbre de la vida diaria, esta admirable mujer encontró en su amor por los animales un propósito de vida que la impulsa todos los días a seguir adelante.

Desde que sus hijas se casaron y emprendieron su propio camino hace más de 13 años, Rosy decidió dedicar su tiempo a cuidar animales callejeros. ‘Cuando ya me quedé sola, dije: “¿y ahora qué voy a hacer?”. Como antes había tenido gatos y perros, decidí cuidar a estas criaturas’, contó.

Con el tiempo, Cortez Gómez se quedó solo con los perros, tras cuidar de los gatos que no lograron adaptarse bien entre ellos, e inició un largo camino de rescate y protección.

“Comencé llevando con mis propias manos a las perritas de la calle, e incluso a aquellas que sí tenían dueño, a las campañas de esterilización gratuitas que se realizaban en distintas colonias de la ciudad. Lo hacía con la esperanza de frenar la sobrepoblación y darles a esos animalitos una oportunidad de vivir con dignidad”, recordó con el corazón lleno de cariño y compromiso.

Actualmente, cada uno de los 23 perritos rescatados por Rosy guarda una historia de lucha y optimismo. Algunos llegaron tras ser atropellados, otros fueron abandonados a su suerte en las calles, pero todos encontraron en ella un refugio lleno de amor.

Con ternura les dio un nombre como: Maro, Teimi, Canelita… porque para Cortez Gómez no son solo perritos, son parte de su familia.

“Sé que pierden su libertad desde el momento en que los traigo al refugio, pero también sé que significa protección y seguridad, porque en la calle corren mucho peligro”, expresó la admirable mujer que ha dedicado su vida a rescatar y cuidar a más de 20 canes.

Cuando la bondad guía los pasos y deja huella: Rosy y su misión de rescatar a los más vulnerables y no tienen voz. Foto: Lino Ceballos

Rosy lucha por sus perritos: trabaja sin descanso y encontró un milagro en Las Cascadas en Culiacán

Para mantener a sus animales, Rosy realiza múltiples trabajos: limpia un parque, realiza aseo en casas y cuida enfermos.

“Lo que gano lo invierto en su cuidado y alimento. Gracias a todas esas personas que me han ayudado, en especial a la licenciada Connie y Estefanía, quienes actualmente son las que me apoyan y así poder seguir adelante con mis perritos”, relató mientras abrazaba a una de sus perritas rescatadas.

Hace un año, la vida le presentó uno de sus mayores retos: perder su hogar.

“Cuando me sacaron de mi casa, me dieron dos opciones que me partieron el corazón: echar a mis perritos a la calle o entregarlos a una fundación, y ya no saber nada de ellos”, recordó Rosy con voz entrecortada. “Yo no podía aceptar ninguna de las dos opciones. ¿Cómo podía dejarlos a su suerte después de todo lo que habíamos pasado juntos?”

Ante esta encrucijada, la generosidad de una persona cambió su destino: Angelita Corrales, conmovida por la situación, le prestó un solar en la colonia Las Cascadas para que pudiera seguir cuidando a sus perritos.

“Ella abrió las puertas de este lugar y me prestó aquí. Fue como un milagro en medio de tanta tristeza”, dijo Rosy, con lágrimas que delataban el dolor y la esperanza entrelazados.

Gracias a la ayuda de personas solidarias, préstamos y mucho esfuerzo, Rosy pudo construir cuartitos de material reciclable para sus animales, asegurando que tuvieran un lugar seguro donde comer, beber agua limpia y descansar.

Una lección de humanidad: Rosy nos enseña que dar sin medida transforma el mundo. Foto: Lino Ceballos

Rosy sueña con un hogar digno para sus 23 perritos rescatados y lucha a diario por su bienestar

Aunque el terreno donde se encuentran sus perritos no cuenta con las condiciones necesarias para que Rosy pueda vivir junto a ellos, su compromiso la lleva a presentarse todos los días sin falta. Con esfuerzo limpia, les da agua y alimento, aun cuando el cansancio la acompaña.

“Es muy cansado tener que venir diario, pero sé que me necesitan y saco fuerzas para hacerlo con mucho cariño”, confesó con el corazón en la mano.

Su mayor anhelo es poder comprar el terreno y construir un pequeño cuarto para permanecer a su lado, porque más que rescatados, los siente como parte inseparable de su vida.

“Vivo como una errante; a veces duermo con una hermana o con una de mis hijas, quienes me brindan un techo donde descansar, aunque mi verdadero hogar está siempre con mis perritos, cuidándolos y dándoles amor”, reveló con sinceridad.

Rosy comparte que lo que la mantiene firme es ver a los animales felices: “Lo que más me da fuerza es verlos comer, beber agua limpia, correr y descansar tranquilos. Esa alegría me llena el corazón”.

El corazón de Rosy Cortez ilumina caminos: con amor y valentía transforma sacrificio en esperanza, salvando 23 perritos. Foto: Lino Ceballos

Rosy, ejemplo de amor y entrega: cuida a perritos rescatados y busca ayuda para seguir adelante

Cada día sigue un ritual lleno de dedicación: limpiar cuartos, alimentar, lavar trastes y asegurarse de que todos estén bien. Incluso los casos más difíciles, como perritos con lesiones graves, reciben su atención y amor hasta que pueden recuperar su bienestar.

Sobre lo que más necesita para su albergue, Rosy es clara y emotiva: “Existen muchas necesidades, pero lo más hace falta es alimento para ellos. A veces no alcanzo para alimentarlos bien y más cuando se me enferman. Me daría mucha tranquilidad saber que siempre tendrán su comida y atención médica”.

Con una gratitud infinita que nace de lo más profundo de su ser, Rosy reconoce a todas las personas que han iluminado su camino en esta misión de amor y protección hacia sus perritos.

Recordó con especial cariño a la rescatista y protectora de animales “Majo”, quien no dudó en tenderle la mano y apoyarla en el traslado de los canes cuando fue desalojada.

También agradece de corazón a los médicos veterinarios Coronel y Luis, quienes, sin importar si hay o no dinero, siempre brindan atención a sus perritos con entrega, generosidad y humanidad. Para Rosy, cada gesto de apoyo ha sido un abrazo de esperanza que la impulsa a seguir luchando por sus fieles compañeros.

Su mensaje a la comunidad es humano y directo: “No maltraten a los animales. Denles una vida digna. Todos los perritos, sin importar raza, merecen protección, cuidados y seguridad”.

Además, Cortez Gómez señaló que los perritos no hablan, pero sienten, sufren y agradecen, y cada ladrido, cada salto de alegría, es su manera de decirnos que confían en nosotros y que su vida depende de nuestro amor.

La historia de Rosy es más que un testimonio de amor hacia los animales: es una lección de vida que nos invita a creer en la fuerza de la bondad.

Con cada día que dedica a sus 23 perritos, demuestra que el verdadero valor no está en lo material, sino en la capacidad de dar sin medida.

Su lucha diaria, tejida de sacrificios y esperanzas, nos recuerda que siempre existe espacio para la compasión y que un corazón generoso puede cambiar destinos enteros. Rosa Elena Cortez Gómez no solo rescató a sus perritos; también nos inspira a rescatar lo más noble de nosotros mismos.

Rescate, amor y lucha diaria: la inspiradora historia de Rosy y sus perritos. Foto: Juan Madrigal

Rosy ha rescatado 23 perritos, necesita apoyo para seguir su misión

Rosy ha salvado 23 perritos con amor y solidaridad, pero necesita apoyo para continuar con su noble misión. Si deseas ayudar y ser parte de esta cadena de esperanza, comunícate al teléfono: 667 220 5316.