Siembran esperanza y cosechan comunidad en el CDI No. 2 en Culiacán

Entre hortalizas y árboles frutales, el huerto del Centro de Desarrollo Integral se consolida como un ejemplo de trabajo en equipo y cuidado del medio ambiente en Culiacán

Por: Juan Madrigal

Culiacán, Sinaloa.- Con alegría reflejada en cada sonrisa y el orgullo de ver el fruto de su trabajo, usuarios y personal del Centro de Desarrollo Integral (CDI) No. 2 del DIF Sinaloa celebraron la cosecha de su huerto familiar, un espacio donde la paciencia, el cuidado de la tierra y el trabajo en equipo han dado vida a alimentos frescos y a una comunidad más unida.

Amor por la siembra: el proyecto verde del CDI No. 2 que alimenta cuerpo y espíritu en Culiacán. Foto: Juan Madrigal

 Sembrar con amor: la cosecha que une al CDI No. 2 en Culiacán

Entre ejotes, calabazas y pepino melón, el espacio de cultivo comunitario del centro, ubicado en la colonia Sinaloa, se ha convertido en un ejemplo vivo de cómo el cuidado de la tierra también cultiva lazos humanos.

La iniciativa nació gracias a la visión y dedicación de Mario Chavarín Sánchez, quien junto a su hijo Kevin Adán y con el valioso respaldo de usuarios y personal del CDI, ha dedicado semanas a preparar la tierra, sembrar, regar y abonar con paciencia.

“Personas que vienen a tomar un curso o taller nos apoyan trayendo cáscaras de huevo y plátano para hacer composta; ese fertilizante orgánico fue el mejor alimento para nuestras plantas”, explicó Chavarín Sánchez, con la satisfacción de ver que lo que planta, florece y da fruto.

En la colonia Sinaloa, un huerto comunitario crece como símbolo de cooperación, sustentabilidad y amor por la tierra. Foto: Juan Madrigal

Para Liliana Rivas, testigo del trabajo diario, el secreto está en el amor por la siembra: “Don Mario tiene muy buena mano; lo que siembra se le da. Admiro mucho cómo cuida cada planta y cómo todo lo que cultiva crece con fuerza”.

El proyecto también ha recibido apoyo institucional. Brenda Yazmín Gastélum Bátiz, jefa del CDI No. 2, agradeció a la Dirección de Desarrollo Comunitario del DIF Sinaloa por dotar al huerto de herramientas esenciales como carretilla, pala y otros implementos que motivaron e hicieron crecer más esta aventura verde.

“La cosecha se comparte entre las personas que acuden al CDI, y eso fortalece el sentido de comunidad”, señaló Gastélum Bátiz.

La iniciativa, impulsada por usuarios y personal del CDI No. 2, demuestra que sembrar juntos es cosechar alimentos, amistad y bienestar. Foto: Juan Madrigal

Más allá de la abundancia que ya ofrece, este huerto sigue siendo un terreno fértil de sueños y posibilidades. Entre surcos verdes y flores que anuncian vida, brotan chiles, tomates, cilantro y elotes que aguardan su momento para ser cosechados, mientras los árboles de guayaba, naranja y mango comienzan a entregar sus primeros frutos.

Con la misma dedicación, Mario también ha sembrado nopales que pronto se convertirán en una fresca ensalada comunitaria. Cada planta es fruto del trabajo compartido y un recordatorio de que la tierra, cuidada con amor, siempre devuelve más de lo que se le entrega.

Con paciencia, dedicación y colaboración, el proyecto verde del CDI No. 2 ha convertido un espacio de tierra en un lugar fértil de alimentos frescos y esperanza compartida. Foto: Juan Madrigal

En cada semilla que germina y en cada fruto que madura, el huerto familiar del CDI No. 2 es prueba viva de que trabajar la tierra es también cultivar esperanza, cooperación y bienestar.

Aquí, cada cosecha alimenta el cuerpo y nutre el espíritu, recordando que cuando se siembra con amor y colaboración, la tierra responde con generosidad y la comunidad florece junto con ella.