María de Jesús encontró en la venta de esquites y elotes preparados una solución a su economía

Culiacán, Sinaloa.- El trabajo unido del esfuerzo te transportará hacia la recompensa, el éxito y la superación. María de Jesús Valenzuela Ramírez, tiene la dicha de presumir que a sus cinco hijos les ha inculcado valores y una buena educación, logro que se cimienta a base de trabajo y sacrificios de ella misma, junto a su esposo Jorge Beltrán Gaspar.

Desde hace más de 22 años “Doña Chuy”, como la conocen de cariño, se gana la vida "con mucha honestidad y trabajo", a bordo de un triciclo recorre, varias calles de sector sur de Culiacán, para ofrecer a su clientela sabrosos snacks que el ingrediente principal es el elote.

De lunes a sábado atiende con orgullo y una gran sonrisa a sus clientes, quienes señalan y quedan satisfechos con su buena sazón. Además, María de Jesús reconoce que gracias a ellos logró sacar adelante a sus cinco hijos (Cuatro mujeres y un varón).

“A veces hay que hacer sacrificios para darle a los hijos lo que uno puede y gracias a este trabajo mi primera hija es licenciada en Administración de Empresas, otra estudió Ingeniería en Sistemas. También tengo una Psicóloga y Arquitecto en casa. Solo mi hijo, el menor, se prepara para seguir estudiando”, expresa con mucho orgullo la admirable mujer.

Valenzuela Ramírez desde muy temprano inicia su jornada laboral, acude al Mercado de Abasto, a realizar las compras para su venta, para luego llegar a casa e iniciar a preparar el producto y estar lista a las 4:30 de la tarde, para salir por las calles de las colonias Servidores Públicos y Revolución, para concluir el recorrido cerca de las 6:30 p.m. hasta las 9:00 p.m. en la esquina del estacionamiento de un supermercado, que se ubica sobre la calle Eulogio Parra en la colonia Esperanza.

“Estoy muy agradecida por el apoyo de la dueña del supermercado, que me deja vender un rato aquí. Algunas mujeres que vienen al super, al salir, les agrada quedarse a platicar, y hasta en ocasiones la tengo que hacer de psicóloga”, expresa entre risas la mujer emprendedora.

“Doña Chuy”, asegura que durante su más de dos décadas dedicada a su oficio, ha tenido sus altas y bajas, pero siempre sigue adelante y jamás se rinde, e indica que en ocasiones se “parte en varios pedazos” con el propósito de no dejar de lado lo más preciado que tiene en la vida, su familia.

La vecina de la colonia Esperanza, afirma estar muy orgullosa de su labor que a la fecha le ha permitido mantenerse como un pilar económico de su hogar y más que trabajo lo ve como un pasatiempo. “Mi familia, me dice que ya no salga a vender a la calle, que es muy peligroso, pero me agrada mucho, mi trabajo lo hago con mucho gusto. Ni durante la pandemia dejé de trabajar porque es mi mejor terapia para tener buen estado de ánimo. Estoy orgullosa de mis logros porque en todos los años que tengo trabajando, jamás me han faltado el respeto”, dijo.

Con el resultado de su experiencia, invita a las personas, en especial a las mujeres, a ser arriesgadas, y atreverse a emprender para lograr conseguir lo que desean, principalmente si es algo difícil. “Uno siempre debe creer en uno misma, porque podemos lograr hacer cosas que jamás imaginamos realizar”, manifiesta la madre ejemplar.