Jason Averbook advierte que la inteligencia artificial no reemplazará a los humanos, sino que transformará la forma en que trabajamos y pensamos
Por: Francisco Castro
La inteligencia artificial (IA) no vino a quitar empleos, sino a transformarlos.
Así lo aseguró Jason Averbook, socio senior y líder global de Transformación de Recursos Humanos en Mercer, durante su ponencia “De contar historias a crear el futuro: el momento de RH para diseñar la próxima era”, en el Congreso Internacional de Recursos Humanos de Amedirh.
Averbook explicó que el temor hacia la IA surge del desconocimiento. “El futuro del trabajo no consiste en sustituir a los seres humanos, sino en mejorarlos”, afirmó. En su opinión, el verdadero reto no es aprender a usar la tecnología, sino entender qué hacen mejor las personas y cómo rediseñar el trabajo en torno a ello.
Comprender el papel humano en la era digital
El especialista señaló que “en 2025 y 2026 todas las funciones del mundo tendrán que resetearse”.
La clave, dijo, está en liberar a las personas del trabajo manual para que se concentren en el trabajo intelectual y emocional. “Tenemos que cambiar nuestra forma de trabajar para dedicar más tiempo al pensamiento y menos a la ejecución mecánica”, subrayó.
Sin embargo, advirtió que la mayoría de los líderes aún no sabe cómo hacerlo. El 73% de los ejecutivos tiene dificultades para definir qué tareas deben realizar los humanos y cuáles la IA. “La IA no va a reemplazar nuestro empleo, pero alguien que sepa usarla, sí”, enfatizó Averbook.
“Los agentes de IA nos van a ayudar, no a reemplazar. Pero si no cambiamos, seremos nosotros quienes quedemos atrás”, añadió Jason Averbook
No basta con implementar IA: hay que repensar los procesos
El entusiasmo por la inteligencia artificial llevó a muchas empresas a adoptarla sin una estrategia clara. Francisco Jiménez, socio de Bain & Company México, explicó que gran parte de los proyectos fallidos se debe a bases de datos desorganizadas o a una implementación sin diagnóstico previo.
“La IA no se trata solo de sustituir lo que hacemos hoy, sino de rediseñar los procesos de punta a punta”, explicó.
Repensar los flujos de trabajo permite identificar en qué áreas realmente agrega valor. En casos bien estructurados, los resultados pueden ser contundentes:
- Incremento de ventas de hasta 40%
- Reducción de tiempos de propuesta en 40%
- Disminución de personal operativo entre 30 y 40%
Las habilidades que definirán el futuro
Averbook puntualizó que las empresas ya demandan colaboradores con competencias en IA, pero no necesariamente para programar, sino para entender la herramienta, adaptarla y aprovecharla. Esto requiere imaginación, creatividad y pensamiento crítico.
“El futuro del trabajo —dijo— no está en competir contra las máquinas, sino en reinventar lo que significa ser humano en el trabajo”.