Ya es hora de que padres y docentes reconozcan el poder que ha adquirido el aprendizaje basado en juegos.
Por: Faviola Manjarrez
Sí, los juegos ya no son solo entretenimiento. Ahora, los juegos moldean la forma en que los niños se concentran, practican y conectan con los demás.
Por eso es fundamental comprender la psicología detrás del aprendizaje a través del juego. Explica por qué las recompensas despiertan la curiosidad, cómo los desafíos refinan las habilidades y por qué la colaboración genera confianza que perdura en la vida.
Analicemos todo en detalle y descubramos cómo:
- Los juegos despiertan la motivación al convertir la curiosidad, las recompensas y la alegría en un esfuerzo activo.
- El juego interactivo agudiza la concentración, la resolución de problemas y el autocontrol dentro y fuera de clase.
- La retroalimentación rápida en los juegos genera persistencia más rápido que la calificación retrasada
- El andamiaje a través del juego guiado ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades mientras mantienen la confianza.
- La práctica de recuperación dentro de los juegos fortalece la memoria y hace que el conocimiento perdure más tiempo.
- El aprendizaje a través de juegos digitales y físicos proporciona a los niños un mayor crecimiento y resultados de aprendizaje duraderos.
Los niños aprenden mejor a través de juegos interactivos
Si observas con atención, verás que los niños se inclinan más hacia el aprendizaje cuando se trata de juegos interactivos. Esto se debe principalmente a que los juegos convierten lecciones abstractas en experiencias que pueden tocar, probar y repetir.
Investigadores de Harvard llevaron a cabo un Bolos de playa Experimento que reveló que los niños elegían entornos más difíciles cuando el objetivo era la diversión, y más fáciles cuando el objetivo eran premios. ¿Qué revela esto? Muestra cómo la alegría en sí misma motiva el esfuerzo, incluso más que las recompensas.
También es cierto que los juegos interactivos agudizan la concentración y la toma de decisiones. Estudios enFronteras en PsicologíaDestacar cómo el aprendizaje basado en juegos apoya la motivación y el autocontrol, habilidades que se trasladan a las rutinas diarias del aula (Qian y Clark, 2016).
Para los profesores, significa que las lecciones se graban con más fuerza. Para los padres, incluso un juego de fin de semana puede ayudar a los niños a descubrir patrones y estrategias para resolver problemas.
Pero recuerda que no necesitas tecnología avanzada para lograr el efecto. Incluso un rompecabezas rápido o un juego de rol pueden ayudar a mejorar la memoria, la concentración y la motivación de tu hijo.
¿Cuáles son los principios psicológicos detrás del aprendizaje basado en juegos?
Ya viste cómo los juegos interactivos captan la atención de maneras que las hojas de trabajo rara vez logran. La verdadera pregunta es...por qué los psicólogos han pasado décadas analizando cómo responde el cerebro al juego, y las respuestas muestran por qué los juegos se sienten tan poderosos como herramientas de aprendizaje.
Veamos cada principio de psicología detrás del aprendizaje basado en juegos.
La motivación intrínseca y extrínseca impulsan el compromiso
La psicología nos muestra dos tipos de motivación.
La motivación intrínseca surge de la curiosidad, el deseo de superar un desafío y la alegría de descubrir. La motivación extrínseca proviene de recompensas externas como puntos, elogios o reconocimiento. Los niños necesitan ambas corrientes, y el aprendizaje basado en juegos las combina a la perfección.
De hecho, la teoría de la autodeterminación lo explica aún más. Explica que los niños se mantienen comprometidos cuando se satisfacen tres necesidades: autonomía, competencia y conexión. La autonomía les da opciones, la competencia les ayuda a sentirse capaces y la conexión los conecta con los demás.
Por ejemplo, si les entregas a los niños un ruleta online personalizada Al llenarlo de tareas o estímulos de aprendizaje, notarás que sus ojos se iluminan. Ese simple acto de elección crea autonomía, y ahí reside el poder de la propiedad.
Además, si te fijas metas pequeñas y celebrar cada logro, notarás un impulso de "sí, puedo lograrlo" en su actitud. Los ciclos de retroalimentación claros estimulan la dopamina cerebral y desarrollan la competencia. Ese es el poder del progreso hecho visible.
Finalmente, si invitas a tus compañeros a animarse mutuamente, notarás cuánto más se fortalece la energía del aprendizaje. Después de todo, un niño valora el reconocimiento de sus compañeros tanto como el de los adultos. Ese es el poder de la conexión en acción.
El condicionamiento operante construye aprendizaje a través de bucles de retroalimentación
Ya es hora de comprender por qué los niños responden con tanta intensidad a las recompensas en los juegos. Los psicólogos lo describen como condicionamiento operante, el motor del desarrollo del comportamiento.
La regla es simple: el comportamiento que genera una recompensa se fortalece, mientras que el comportamiento sin refuerzo se desvanece. Los juegos prosperan gracias a este principio porque nunca dejan el esfuerzo en suspenso. Los puntos, las insignias o los aplausos actúan como refuerzos rápidos que atraen a los niños de nuevo al desafío.
Por ejemplo, si organizas una actividad de clase donde cada respuesta correcta suma un punto al marcador del equipo, notarás que la energía aumenta con cada conteo. El marcador en sí no es el secreto. El ciclo de acción y retroalimentación es lo que fomenta la perseverancia.
Ahora, consideremos otro ángulo. Si un niño se equivoca en una pregunta, pero aun así escucha "buen intento, sigue así", notarás que su confianza se mantiene firme. El ciclo de retroalimentación ha pasado de la corrección al estímulo, y el alumno mantiene su interés. Ahí reside la fuerza del refuerzo positivo.
Así pues, es evidente que los juegos aceleran este proceso porque la retroalimentación nunca se demora. Una hoja de trabajo calificada puede tardar un día, pero un juego proporciona una respuesta en segundos, lo que facilita la retención del aprendizaje.
Zona de desarrollo proximal y crecimiento de la forma del andamiaje
Según Vygotsky, cada niño crece más rápido dentro de un espacio llamado Zona de Desarrollo Próximo (ZDP). La ZDP describe la brecha entre lo que un alumno ya logra por sí solo y lo que logra con apoyo guiado.
El progreso se desarrolla dentro de esta zona porque la tarea parece lo suficientemente difícil como para poner a prueba la capacidad, pero lo suficientemente clara como para permanecer a su alcance.
Debe quedar claro que el andamiaje facilita esta transición. Los padres, los maestros o incluso un juego bien estructurado proporcionan pequeños apoyos, como pistas, señales o indicaciones, que ayudan al niño a mantenerse firme hasta que la confianza se arraigue.
Por ejemplo, si guías a un niño en un rompecabezas matemático con una sola pista en lugar de una solución completa, notarás que se esfuerza con energía renovada. El niño experimenta el éxito como algo ganado, no como algo heredado. Esa es la ZDP en la práctica. El apoyo impulsa el progreso mientras la independencia se mantiene intacta.
También puedes considerar un juego de lectura que resalte una palabra difícil mientras ofrece una ayuda sonora. Al principio, la ayuda se coloca cerca. La ayuda se retira y el niño lee libremente a medida que mejora su fluidez. Así, el progreso se hace visible mediante la liberación gradual.
Práctica de recuperación, espaciamiento y memoria duradera
Según investigaciones en psicología cognitiva, la memoria se fortalece no mediante la memorización exhaustiva, sino mediante el esfuerzo de recordar. La práctica de recuperación describe el acto de extraer conocimiento de la mente.
Por ejemplo, un niño que lee un hecho científico varias veces seguidas puede sentirse seguro por el momento, pero el conocimiento suele desaparecer en cuestión de días.
Ahora, comparemos esto con un niño que responde a una pregunta sobre el mismo hecho al cabo de un día, luego de nuevo al cabo de tres días, y de nuevo al cabo de una semana. La memoria se agudiza con cada intento y el conocimiento perdura mucho más.
Puedes ver esto en acción si les haces a tus estudiantes una pregunta de la semana pasada sin ninguna pista. Hacen una pausa, buscan algo y entonces llega la respuesta. Esa misma pausa fortalece la memoria.
Los juegos hacen que este ciclo sea natural y emocionante.
Un juego de preguntas que recupera preguntas antiguas, un tablero con desafíos de lecciones pasadas o una rueda de aula cargada con indicaciones de revisión son elementos que estimulan la recuperación.
Cada giro o vuelta revive lo que parecía olvidado, y la exposición repetida a lo largo de las sesiones extiende la práctica a lo largo del tiempo. En el proceso, la memoria se fortalece y los niños construyen conocimientos que perduran.
¿Qué tipos de juegos funcionan mejor para aprender?
- Los juegos de rompecabezas ayudan a desarrollar habilidades de resolución de problemas y pensamiento crítico.
- Los juegos de estrategia desarrollan la planificación y la toma de decisiones.
- Los juegos de rol amplían la empatía y la adopción de perspectiva.
- Los juegos de simulación permiten la práctica segura de conocimientos y sistemas.
- Los juegos de preguntas y respuestas fortalecen la memoria y la recuperación.
- Los juegos de equipo colaborativos fomentan la comunicación y la cooperación.
- Los juegos de movimiento físico mejoran la concentración y la coordinación.
¿Qué dice la investigación sobre los juegos digitales frente a los físicos en el aprendizaje?
Hemos analizado exhaustivamente diversas investigaciones, incluyendo un metaanálisis de 2024 con más de 130 estudios (Alotaibi, 2024) y un estudio comparativo en educación superior (Naik, 2014), para descubrir que tanto los juegos digitales como los físicos activan el aprendizaje de diferentes maneras.
Los juegos digitales se distinguen por ofrecer desafíos adaptativos, retroalimentación instantánea y experiencias inmersivas. Todo esto ayuda a los estudiantes a perfeccionar su capacidad para resolver problemas, fortalecer su lectoescritura y mejorar su concentración en clases estructuradas.
Por otro lado, los juegos físicos estimulan la memoria y las emociones. Por ejemplo, jugar a un juego de mesa o de cartas fomenta la colaboración, fomenta la empatía y desarrolla la confianza grupal. De esta manera, los niños crecen socialmente a la vez que refuerzan sus habilidades académicas.
Las investigaciones destacan algunas verdades sencillas:
- Los juegos digitales mejoran la resolución de problemas, la alfabetización y la concentración a través de la interactividad.
- Los juegos físicos fomentan la colaboración, la empatía y la confianza grupal.
- Ambos formatos aumentan la motivación, la persistencia y el compromiso del alumno.
- Los juegos físicos son prácticos en aulas con recursos limitados y en la enseñanza de matemáticas.
- Los juegos digitales enfrentan desafíos de acceso, calidad de diseño y preparación de los docentes.
Por lo tanto, está claro que los niños deben aprender a través de juegos tanto digitales como físicos para lograr un mayor crecimiento cognitivo, vínculos sociales más profundos y resultados de aprendizaje más duraderos.
Conclusión
La psicología del aprendizaje basado en juegos es sencilla. Se trata de fomentar la motivación de los niños, potenciar su esfuerzo, fortalecer su memoria y construir vínculos sociales. Cada principio encaja en un ciclo que hace que el aprendizaje sea activo y memorable.
Las recompensas despiertan la curiosidad, los desafíos refinan la capacidad, la recuperación consolida el conocimiento y el juego en grupo asegura la confianza.