En México, especialmente durante la temporada de calor, es normal encontrarse con alacranes, por lo que aquí te decimos que hacer en caso de picadura, además de algunas recomendaciones si encuentras uno en tu hogar
Por: Juan Méndez
El alacrán, también conocido como escorpión, es un arácnido caracterizado por su cuerpo segmentado y una cola terminada en un aguijón venenoso. Habita en diversas regiones del mundo, especialmente en climas cálidos y áridos.
En México, durante la época de altas temperaturas se favorece la aparición de alacranes, aumentando exponencialmente la posibilidad de accidentes con este tipo de artrópodos. Por esa razón, aquí te decimos que hacer en caso de recibir una picadura de este insecto.
Si bien, las picaduras de alacrán rara vez ponen en riesgo la vida de los adultos, los niños y adultos mayores tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones graves, además de ser una herida bastante dolorosa.
¿Qué hacer ante la picadura de un alacrán?
Aunque la mayoría de las especies no son peligrosas para los humanos, algunas pueden causar picaduras dolorosas e incluso fatales, por lo que es importante tomar precauciones en áreas donde abundan.
Asimismo, la peligrosidad de una picadura de alacrán depende de la especie involucrada, ya que muchas especies no son fatales. No obstante, especies como el alacrán de Durango o el escorpión de Arizona, pueden ser potencialmente mortales.
Por eso, la Secretaría de Salud de México explicó qué medidas se deben tomar en caso de picadura de alacrán:
- Mantén la calma
- Lava la herida con agua y jabón
- Aplica hielo en el sitio de la lesión
- Acude de inmediato al centro de salud más cercano para solicitar un suero antialacrán
Cabe destacar que el tratamiento consiste en la aplicación del Antídoto Faboterápico Antialacrán, según complementa la dependencia. También, la Secretaría señala que es importante no automedicarse ni aplicar ungüentos, ya que esto podría empeorar el problema.
Síntomas de la picadura de un alacrán
Los síntomas comunes de una picadura incluyen dolor intenso en el sitio de la picadura, hinchazón, hormigueo y, en casos severos, dificultad para respirar, espasmos musculares y taquicardia. Otros signos de intoxicación grave son:
- Secreción nasal
- Salivación abundante
- Sensación extraña en la garganta
- Ceguera temporal
- Dolor abdominal
- Náusea
- Vómito
- Trastorno de habla
- Palidez alrededor de los labios
- Postración
- Calambres (a los 30 minutos de la picadura)
¿Qué hacer si me encuentro con un alacrán?
Especialistas del sector salud señalan que las picaduras de alacrán, se presentan con mayor frecuencia durante la noche, puesto que es cuando los alacranes buscan alimento y se reproducen. Por eso, al tener un encuentro con un alacrán, lo mejor es capturarlo y reubicarlo en el exterior de la casa, siempre y cuando no te pongas en riesgo.
"Puedes agarrarlo vivo con un vaso y con un papel, si no tienes pinzas o algo más fácil para poderlo colectar. Hay que sacarlo a alguna área verde si no hay una zona boscosa", Alejandro Valdez Mondragón del Laboratorio de Aracnología del Instituto de Biología UNAM Tlaxcala.
Igualmente, la Secretaría de Salud de México enlistó una serie de medidas para prevenir picaduras de alacrán, especialmente en zonas rurales y/o de mucho calor:
- Colocar cielo raso en los dormitorios
- Aplicar encalado de paredes exteriores
- Colocar mosquiteros
- Mantener los patios limpios
- Revisa la ropa de cama antes de acostarte
- Revisa tu ropa de vestir y zapatos antes de usarlos
- Evita andar descalzo
- Usa guantes si realizas tareas de campo
- Mantener el césped bien cortado
- Sellar grietas alrededor de ventanas y puertas
¿Cuál es la diferencia entre un escorpión venenoso y uno normal?
El principal factor para determinar si un alacrán es venenoso es el tamaño de la cola, ya que en los alacranes venenosos tiende a ser delgada con segmentos que se alargan y adelgazan. Además, la región previa al aguijón suele ser muy delgada y larga.
También, el aguijón de las especies tóxicas tiende a asemejar una media luna, y sus pinzas se diferencian por tener dedos largos y delgados con respecto a la mano.