Hay quienes piensan que su empresa no es tan grande como para formar esos consejos; que son innecesarios: ¡Trampa! Precisamente para crecer, para evolucionar empresarialmente, en armonía familiar, es que necesitas esos órganos de gobierno que caminan por separado, pero de la mano.
Por: Manuel Díaz
La empresa es para generar y distribuir riqueza; la familia es para sembrar y cosechar amor; y dinero y amor son objetivos muy diferentes que se logran por medios muy distintos.
Entonces; ¿cómo se gobierna la entidad económica empresa, cuando en ella está incorporada la institución familia?, ¿y cómo se va a gobernar a una familia, cuando además de los fines de solidaridad y cariño, tenemos objetivos económicos?
Para conciliar esta difícil paradoja, la fórmula es:
- Que la empresa cuente con un Consejo de Administración, con miembros profesionales externos a la familia, y en equipo con consejeros que si sean de la familia;
- Que la familia forme y ponga en marcha un Consejo Familiar para, en el seno del hogar, se discutan y acuerden temas de la empresa que sean del interés de la familia, y viceversa; y,
- Que ambos consejos, el familiar y el de administración, tengan un puente de comunicación por donde fluyan la información, datos, acuerdos preliminares y definitivos, avisos, advertencias, opiniones, consultas….
Lee: El testamento del empresario
Cómo se conforman esos consejos -el Familiar y el de Administración- y cuáles son sus atribuciones específicas, es un tema que, cuando gustes y/o puedas, lo comentamos personalmente.
Hay quienes piensan que su empresa no es tan grande como para formar esos consejos; que son innecesarios: ¡Trampa! Precisamente para crecer, para evolucionar empresarialmente, en armonía familiar, es que necesitas esos órganos de gobierno que caminan por separado, pero de la mano.
Contacto: Díaz Salazar y Asociados, S.C.