¡Sorprendente! Este fue el primer Pueblo Mágico de México
Entre cascadas, haciendas y leyendas, este Pueblo Mágico de Hidalgo conserva la esencia que inspiró uno de los programas turísticos más exitosos y encantadores del país


En el corazón de Hidalgo, entre montañas, bosques y cascadas, nació hace más de dos décadas el programa turístico más emblemático de México: Pueblos Mágicos. Su punto de partida fue Huasca de Ocampo, una comunidad que reúne historia, naturaleza y tradiciones, y que en 2001 se convirtió en el primer destino del país en recibir esta distinción.
A partir de esa decisión, la magia se multiplicó. Lo que comenzó como un reconocimiento local se transformó en una red nacional de más de 180 comunidades que hoy representan la esencia del México profundo: su cultura viva, su patrimonio arquitectónico y la calidez de su gente.
El origen del programa Pueblos Mágicos de México
Fue en 2001 cuando la Secretaría de Turismo federal decidió lanzar una estrategia para rescatar y promover localidades con un alto valor histórico, cultural y natural. Así nació el programa Pueblos Mágicos, con la intención de descentralizar el turismo y llevar los beneficios económicos y sociales a comunidades rurales.
El primer nombramiento recayó en Huasca de Ocampo, Hidalgo, elegido por su autenticidad, sus tradiciones y su entorno natural. Este pueblo no solo contaba con una arquitectura colonial encantadora, sino también con historias mineras, leyendas de duendes y paisajes que parecían sacados de un cuento.
El éxito de Huasca fue inmediato. En tan solo un año, se sumaron Real de Catorce (San Luis Potosí) y Tepoztlán (Morelos), consolidando el programa como una herramienta clave para el turismo nacional. Desde entonces, la lista creció hasta superar los 180 destinos reconocidos oficialmente, cada uno con su propia identidad y encanto.

Huasca de Ocampo: El primer Pueblo Mágico de México
Ubicado a poco más de dos horas de la Ciudad de México, Huasca de Ocampo es un refugio natural rodeado de bosques, montañas y lagos. Su ambiente rural y hospitalario ha enamorado a miles de visitantes que buscan desconectarse del ritmo urbano y redescubrir la esencia del México tradicional.
Entre sus principales atractivos destacan los Prismas Basálticos, una maravilla natural formada hace más de dos millones de años por el enfriamiento de lava volcánica. Estas columnas de piedra perfectamente geométricas, de hasta 40 metros de altura, fueron inmortalizadas en 1803 por Alexander von Humboldt, quien las dibujó durante su visita a la región.

Cerca de allí se encuentra la Ex Hacienda de Santa María Regla, una joya del siglo XVIII construida por Pedro Romero de Terreros, el Conde de Regla. Este recinto conserva hornos de fundición, túneles y acueductos que narran el auge minero de la Nueva España. Hoy funciona como hotel y locación de producciones cinematográficas.
Otro sitio imperdible es el Museo de los Duendes, fundado en 2007, donde se exhiben más de 600 figuras y relatos sobre los míticos guardianes del bosque. Se dice que los duendes trenzan las crines de los caballos por diversión, una de las leyendas más queridas del pueblo.
Para los amantes de la aventura, el Bosque de las Truchas ofrece pesca recreativa, tirolesas, paseos en lancha y senderos entre árboles centenarios. En cada rincón, Huasca combina turismo de naturaleza, historia y misticismo.

El Geoparque Comarca Minera y su valor internacional
Además de ser el primer Pueblo Mágico, Huasca de Ocampo forma parte del Geoparque Mundial Comarca Minera, reconocido por la Unesco en 2017 por su relevancia geológica, cultural y educativa. Este territorio abarca más de 1,900 kilómetros cuadrados e incluye nueve municipios de Hidalgo, entre ellos:
- Pachuca de Soto.
- Mineral del Monte.
- Mineral del Chico.
- Omitlán de Juárez.
El geoparque cuenta con 31 geositios de importancia internacional, donde destacan los Prismas Basálticos, el Cerro de Las Navajas, las Peñas Cargadas y la Barranca de Metztitlán, una reserva natural que alberga especies endémicas y rocas con más de 100 millones de años de antigüedad.
Pero más allá de sus paisajes, este territorio conserva la memoria minera de México. Durante siglos, la región de Pachuca-Real del Monte fue una de las mayores productoras de plata del mundo. En Huasca y sus alrededores, las ex haciendas mineras como San Miguel Regla y Santa María Regla son testigos de ese esplendor.
Huasca de Ocampo no solo fue el primer Pueblo Mágico de México: fue el punto de partida de una visión turística que transformó al país. Su historia, su entorno natural y su autenticidad inspiraron un modelo que hoy enriquece a cientos de comunidades.











