Logo

Lo que hay que aprender del libro Azul Puro para que la Policía Municipal sea más efectiva

Lo que el libro Azul Puro de Bernardo León Olea nos ilustra basado en su experiencia. Escribir es un acto de valentía, pero también de esperanza.

7 octubre, 2025
El libro Azul Puro de Bernardo León Olea muestra una visión más integral de cómo hacer funcionar a la Policía Municipal
El libro Azul Puro de Bernardo León Olea muestra una visión más integral de cómo hacer funcionar a la Policía Municipal

En 230 páginas del libro Azul Puro de Bernardo León Olea ordenadas en 4 capítulos, Bernardo nos da argumentos sólidos para tenerle fe a una institución que ha sido desacreditada públicamente por décadas, la Policía Municipal.

Pocos mexicanos tienen la experiencia que Bernardo tiene al haber asumido roles diversos en diferentes contextos que van desde servidor público en geografías de grandes retos y desafíos como León, Guanajuato o Morelia, Michoacán, pasando por la Secretaría Técnica del Gabinete Federal de Seguridad, la cátedra en instituciones educativas como el ITESO, la Ibero y el propio Tec de Monterrey, además de haber experimentado empresarialmente en la industria editorial.

¿Cuánto cuesta detener un delincuente?

Suscribirme Newsletter

Pero todavía más, pocos perfiles tienen el análisis agudo que él tiene al proponer, a contracorriente de la mayoría, que el rescate de nuestra armonía colectiva no fluye de arriba para abajo, sino en sentido inverso.

No sólo asegura que las policías municipales llevan a cabo el 76% de las detenciones y arrestos, sino que lo hacen al menor costo financiero comparativamente con el resto de las corporaciones.

Cita textual de la página 16: “un arresto o detención de la policía municipal cuesta $56,542, una de las policías estatales $214,830, de la policía de la Ciudad de México $277,909 y de la Guardia Nacional

$24,103,056”.

Bernardo León, no sólo asegura que las policías municipales llevan a cabo el 76% de las detenciones y arrestos, sino que lo hacen al menor costo financiero
Bernardo León, no sólo asegura que las policías municipales llevan a cabo el 76% de las detenciones y arrestos, sino que lo hacen al menor costo financiero

Quienes alegan lo contrario que Bernardo pudieran aducir que las encuestas de percepción le adjudican el lugar más bajo en la confianza de la gente estando por encima el Ejército y la Marina.

Sin embargo, en esta misma obra refuta que los resultados de prestigio social han ido mejorando para las policías locales, pero además su cercanía con los problemas cotidianos de la gente los hace más susceptibles a esta percepción.

Frente a un contexto que nos abruma y nos llena de desesperanza en Sinaloa desde septiembre del año pasado, este planteamiento de la obra Azul Puro pudiera rayar en lo romántico y, hasta cierto punto, en lo ingenuo.

Para ello permítaseme leer un párrafo de la página 21:

“La mayoría de los delitos no son cometidos por las grandes organizaciones criminales transnacionales, sino por bandas de unos cuantos miembros que actúan en uno, dos o tres municipios, algunas por su cuenta y otras están afiliadas a organizaciones criminales más grandes; sin embargo, su actuación es local, su fuerza es limitada y con policías municipales rediseñadas y fortalecidas, detener a estos criminales y procesarlos es perfectamente posible. De hecho, es la manera más eficaz de hacerlo”.


Desde 1917 con el cambio constitucional que limitó y quitó facultades a esta institución marginándola al “gendarme de la esquina”, la policía municipal ha estado esperando su gran oportunidad habiendo probado otras “soluciones creativas” porque no pueden con el paquete y en su lugar se ha optado por la estrategia de la “mano dura”, enviando al ejército o creando la Guardia Nacional.

Aun admitiendo este potencial en la figura policial de proximidad social, colocándola al nivel de las referencias morales de comunidades tradicionales como el sacerdote o el maestro de la comunidad al que la mayoría acude con confianza, también señala algunas áreas de oportunidad en el sistema policial como las asignaciones presupuestales o el principio de Peter cuando se sube de rango y se mejora el salario, además de la necesidad de reconocer su vital labor por parte de los miembros de la sociedad.

En este recorrido encontraremos frases que podríamos leer con duda, pero que Bernardo soporta con fuentes de información irrefutables.

  1. El 90% de los delitos los puede prevenir, investigar y resolver las policías municipales;
  2. Para que realmente haya carrera policial es necesario que se eliminen los irracionales trece niveles jerárquicos y reducirlos a cuatro, establecer una escala salarial independiente de la jerarquía, que premie la antigüedad, el desempeño y la capacitación para que los policías puedan tener aumentos salariales aun cuando no suban de jerarquía;
  3. La presencia policial en las calles, aunque la dupliques o la tripliques, no necesariamente inhibe la comisión del delito ni mejora la percepción de seguridad;
  4. Los delitos si son evitables, fundamentalmente sacando de circulación a quienes lo cometen;
  5. Lo que tienes que hacer es enfocar tus esfuerzos en identificar el increíblemente reducido número de criminales e implementar estrategias para sacarlos de circulación;
  6. Que diferente sería si los 173,407 policías municipales ejercieran a plenitud su función de recibir denuncias y hacer investigación del delito, entonces los números mejorarían y la impunidad podría disminuir notablemente;

Hay muchos más episodios a destacar de lo escrito por León Olea, que requeriría de más espacio de tiempo para abordar, pero no quisiera cerrar sin hacer notar que:

• Entre las páginas 131 y 136 vamos a encontrar varios ejemplos de situaciones en una diversidad municipios con diferentes estados de fuerza policial para delitos que van desde robo de vehículo, trata de personas, piratería o narcomenudeo, en donde se concluye que “las policías municipales tienen la fuerza, la capacidad y sobre todo la información para prevenir e investigar muchas modalidades de delitos de delincuencia organizada; sin embargo, no tienen facultades legales para hacerlo”.

  • En la página 141 nos toparemos con esta joya: “El patrullaje pie de tierra es la forma más eficiente de proximidad con la población, porque a la gente le gusta hablar con el policía, platicarle sus preocupaciones y contarle los chismes de la colonia”.
  • Frente a las limitaciones de cantidad de policías y de presupuesto, se propone dos medidas en la página 146: “la primera es sectorizar el municipio lo mejor posible para que la policía municipal esté al alcance de la mayoría de los ciudadanos, y la segunda es focalizar el problema. Ambas son complementarias”.
  • Al momento de abordar los alcances de la justicia cívica en las páginas 186 y 187 nos detalla las bondades de que el juez cívico le pregunte al infractor “¿qué te trae por aquí?, con el ejemplo de la señora que fue citada por regar su jardín a las 3 de la tarde en San Antonio, Texas, con la posibilidad de una multa de mil dólares.
  • Y finalmente ideas de cómo enfocarse en el universo criminal y tener más puntería en la persecución del delito, el aprendizaje del caso de municipio de Cheran en donde sus habitantes impulsados por el hartazgo cambiaron las reglas y regresaron a lo básico de sus usos y costumbres ancestrales, además del concepto de República Municipal como un espacio para construcción de la democracia.

Además de ser Azul Puro, esta obra es oro puro para quienes estamos trabajando para un cambio que nos genere mayor armonía social y menores índices de injusticia.

Azul Puro nace en 2025 para convertirse en un clásico de la literatura en la gestión policial y llega en un momento de crisis en un Sinaloa que en busca de oportunidades. Gracias Bernardo.


Enlaces patrocinados
×
Boletín Tus Buenas Noticias