El único antídoto contra el deterioro democrático en México es una ciudadanía vigilante y organizada
La Dra. Lourdes Morales advierte que solo una ciudadanía organizada y vigilante puede reactivar el Sistema Nacional Anticorrupción y revertir el retroceso del Estado de derecho en México


La corrupción no se combate únicamente con leyes e instituciones autónomas, sino con una ciudadanía organizada, vigilante y comprometida.
Lo anterior fue planteado por la Dra. Lourdes Morales, directora de vinculación del Instituto de Investigación en Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de la Universidad de Guadalajara, durante una conferencia virtual en el foro “Participación ciudadana: nuevos retos frente a la corrupción”, realizado en la Facultad de Derecho de la UAS.

En un análisis sobre el contexto internacional, la Dra. Morales advirtió que más del 50% de los países evaluados en indicadores de democracia han registrado retrocesos, siendo el Estado de derecho el pilar más afectado.
En el caso de México, añadió, preocupa la pérdida de independencia en el poder Judicial y a reformas que han debilitado contrapesos institucionales.
Sin embargo, consideró que “la resiliencia democrática depende de la capacidad de respuesta ciudadana y del marco electoral que garantice un voto libre y equitativo. Sin esos elementos, difícilmente podremos revertir el retroceso”.
Ciudadanía como corazón del sistema anticorrupción
La especialista recordó que la movilización ciudadana fue la que impulsó la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, y que el diseño contempló la presencia de comités ciudadanos, precisamente para evitar que el combate a la corrupción quedara solo en manos de actores políticos.
Sin embargo, reconoció deficiencias: la falta de nombramientos en los comités estatales, la baja integración de la Plataforma Digital Nacional y la ausencia de coordinación entre instituciones. “El sistema no ha funcionado como tal, y eso solo se corrige con voluntad política y con una sociedad que exija rendición de cuentas”, afirmó.
Morales también insistió en que, frente a la desaparición de órganos autónomos de transparencia, se vuelve urgente que la ciudadanía se organice para preservar la información pública y documentar inconsistencias en el uso de los recursos.
Retos locales en Sinaloa
Durante el encuentro, consejeros del CPC de Sinaloa –Lucía Mimiaga León, Raquel Zapién, Emmanuel Espinoza y Carlos Corrales– compartieron un diagnóstico de los desafíos en la entidad.
Mencionaron que, además de la violencia y la inseguridad que inhiben la participación social, persisten rezagos en la Fiscalía Anticorrupción y se enfrenta la pérdida de autonomía de organismos como la Ceaipes, garante del derecho de acceso a la información.
Lucía Mimiaga, presidenta del CPC, enfatizó que la participación ciudadana enfrenta nuevos retos ante este panorama. Subrayó que la vigilancia social en obras públicas, el impulso de reformas para rescatar facultades de organismos autónomos y la generación de canales de comunicación más directos con la ciudadanía son acciones urgentes para evitar retrocesos democráticos.

Un foro para construir futuro
Por su parte, el director de la Facultad de Derecho de la UAS, Alfonso Carlos Ontiveros Elguezábal, quien dio la bienvenida al evento, recordó que la lucha contra la corrupción no es exclusiva del gobierno, sino tarea compartida entre instituciones y sociedad.
El foro concluyó con un mensaje central: la corrupción no se erradica solo con sanciones, sino con prevención, organización ciudadana y educación cívica que fomente la integridad y la transparencia.