Es tiempo de atender a jóvenes para entender problemáticas y evitar violencias normalizadas

Representes de instituciones gubernamentales, organismos sociales y jóvenes de Culiacán desarrollaron el Panel y ciclo de conferencias sobre Adolescencias y Juventudes en Sinaloa “Oportunidades, riesgos y necesidades”, donde los ponentes coincidieron en definir que ya es el tiempo de atender a los jóvenes bajo una lógica de prevención para entender las problemáticas que viven y evitar violencias que ya han sido normalizadas.

El evento desarrollado por el organismo Construyendo Espacios para la Paz se dio en el marco del Informe de paz mensual, encabezado por el Ing. Javier Llausás y Rosa Elvira Jacobo, con representantes de organismos para la prevención, atención, sanción y educación de los jóvenes de Culiacán y el resto del estado.

Durante su participación la Lic. Nuria Elizalde, titular de Sistema de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes SIPINA, expuso que, si se concibe el término adolescencia como adolecer de algo, tener una carencia o una deficiencia, desde ahí vienen muchos prejuicios que han colocado a los adolescentes como personas irresponsables, rebeldes, impertinentes.

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Generar un gran movimiento con perspectiva de niños y adolescentes. Dijo que la sociedad debe ponerse los anteojos de niños, niñas y adolescentes para que se vea y se resuelva cualquier problemática relacionada con ese sector de la población. Voltear a verlos, atenderlos, escucharlos, para crear políticas encaminadas a generar conciencia y cultura de respeto a los derechos de niños, niñas y adolescentes.

La Lic. Elisa Serrano, representante de SIPINA Municipal, comentó que en Culiacán el organismo a su cargo hizo un diagnóstico para escuchar qué piensan los niños, niñas y adolescentes, y a partir de ahí formular programas de atención. Una iniciativa desarrollada fue fijar carteles en calles de Culiacán para evidenciar que en esos cruceros se ejerce violencia al forzar a los niños a trabajar.

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Dijo que con frecuencia en los hogares ejercemos violencias que no nos damos cuenta y que se han normalizado, que han permitido llegar a los problemas de adultos que los niños y niñas han heredado. Habló de problemas como la hipersexualización, los temas de música, lo que se ve, lo que se escucha, el someter a operaciones estéticas a mujeres de 15 años en adelante, cuando eso es una mutilación.

La adolescente Emily Medina Guevara, líder de paz de la secundaria Emilia Obeso, declaró que en las escuelas se normaliza la violencia mediante las peleas escolares. Aludió como violencia a los jóvenes cuando desde el aula se reciben faltas de respeto en las palabras, agresiones físicas y descalificativos de quienes enseñan. Lo que lleva a los estudiantes a normalizar los hechos.

Declaró que la agresión física, las críticas, la violencia, las faltas de respeto y el abuso del poder de parte de los directivos, padres, prefectos o intendentes, no se deben normalizar, romantizar. Dijo que, en un grupo de 10 personas, 9 de ellas dicen malas palabras, lo cual también genera violencia.

Participaron también en el panel el Director del Instituto Sinaloense de la Juventud, Saúl Meza, y Rubén Luque, director del Instituto Municipal de la Juventud, quienes explicaron los diversos programas que se tienen en el ámbito estatal y municipal para atender a los jóvenes bajo la perspectiva del sector gubernamental.

José Iván Velázquez Aréchiga, director general de SUMA Sociedad Unida IAP expuso en el panel que lo que hace el organismo es empoderar a los jóvenes para la paz, para que las adolescencias y juventudes puedan tomar los espacios que les corresponden y ejercer un nivel de liderazgo comunitario y ser parte de los equipos  de trabajo para hacer realidad esa convivencia pacífica, porque la paz se construye con inercia, se construye generando comunidades. Precisó que para ello visitan las escuelas secundarias públicas de Culiacán, mayormente en zonas con indicadores de riesgo.

La Lic. Martha Alicia Torres Reyes, representante de la Comisión Estatal para la Prevención, Tratamiento y Control de las Adicciones (CEPTCA) comentó que uno de los problemas más serios en los hogares es decirles a los hijos adictos que se han convertido en la peor basura de su familia, y son humillados y violentados en distintas formas, pasando por la violación psicológica, la violación sexual y el maltrato físico, lo cual los vuelve más vulnerables para ser víctimas o agresores. Dijo que desde el organismo que representa se trabaja en brindar a estas personas un tratamiento apegado a salud pública y los derechos humanos para su integración.

Melisa Hernández, líder de la Asociación de Jóvenes Empresarios destacó que desde las Naciones Unidas se encontró desde el 2020 como factor de riesgo para generar violencia en la sociedad, los problemas de Violencia familiar, factores psicoemocionales, deserción escolar, desempleo e inequidad. Puntualizó que esto es el caldo de cultivo perfecto para que se genere el crimen organizado y la delincuencia juvenil.

Sebastián Villarreal estudiante de Comercio y Derecho del Tec Milenio. Expuso que la violencia afecta a todos de manera distinta, sigue siendo un fenómeno segregado, que está más ligado con las condiciones de pobreza. Expuso que un delito como el feminicidio tiene una vida mediática de unos dos meses o 6 meses si es muy impactante. Ser joven en un escenario así es encarar una lucha contra la apatía. 

Dijo que es difícil imaginar sobre lo que es posible construir, sin tener un referente, identificando necesidades, oportunidades y riesgos. En los riesgos identificó a la corrupción en todas sus formas, la apatía y la deshumanización. Refirió la falta de espacios públicos, la falta de oportunidad a artistas contemporáneos, músicos regionales y enfatizó en la necesidad de seguir construyendo resiliencia, estar abierto a escuchar agente que piensa diferente que nosotros.