(VIDEO) Doña Chave pone el sabor de las empanadas y coricos de Mocorito

María Isabel tiene 45 años haciendo empanadas coricos y bizcotelas, su negocio florece con el pueblo Mágico

Los coricos de Mocorito son una distinción del pueblo Mágico. Cuando se trata de comprar algo para llevar y saborear, rápido refieren el negocio de María Isabel, o Doña Chave, como le dicen. Tiene 45 años amasando harina de trigo; por las mañanas inunda el poblado del fragante olor mientras hornea.

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Mocorito es un pueblo de gran tranquilidad, en pocos minutos ya lo has recorrido todo. A su llegada las personas admiran sus vetustas viviendas, el templo, la plazuela y el paseo por el río.

Los visitantes andan en busca de lo distintivo del pueblo, en pocas preguntas brota la recomendación para comer y llevar lo regional: los coricos, bizcotelas y empanadas de Doña Chave.

María Isabel López Sauceda es un referente en esta exquisitez regional. Desde la madrugada está amasando la harina de trigo con diferente receta para cada producto, de manera que para las 7 de la mañana cuando llegan las 3 empleadas todo está preparado para iniciar la producción.

Ahí sentadas en el taller-cocina que tiene en el traspatio, las mujeres hacen actividades monorítmicas generando de manera espontánea los pequeños rollos de masa para formar los coricos. Con una velocidad extraordinaria doña Chave frota y enrolla la masa y salen los círculos con cola donde otra dama estará haciendo cortes con pequeñas tijeras para el armado de las bizcotelas.

Las empanadas de cajeta salen de dos en dos. En una masa aplastada se ponen las dos raciones de cajeta, se dobla al centro y con el filo de un vaso se hacen los recortes para empanadas de tamaño homogéneo.

Las galletas también se hacen de manera artesanal, a una masa aplanada se le oprime con un molde circular y ligeros filamentos. Salen unas 5 a la vez. Esa acción se repite durante medio día y así se hace la producción. Lo que resta es la jornada vespertina que Chave estará haciendo para terminar la producción. Entre 7 y 8 de la noche se termina la jornada con miles de piezas listas para ser horneadas.

Cuenta María Isabel que al siguiente día la preparación del horno con la leña y el fuego inicia a las 3 o 4 de la mañana, y antes de que salga el sol, a las 6 de la mañana inicia la horneada de las piezas. En pocos minutos el fragante aroma de los coricos va viajando entre el caserío anunciando que la delicia ya está lista.

Lo que sigue es colocar en charolas las piezas para ponerlas en exhibición o entregarlas a desesperados clientes.

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Cuenta María Isabel López Sauceda, que inició haciendo estos productos de panadería hace 45 años. Estando recién casada trabajó en un abarrote en Mocorito. Ante los pocos clientes no resistía estar sin hacer nada, de manera que pidió permiso para hacer empanaditas, coricos y bizcotelas, que vendían en la misma tienda.

Por la poca vida que había en Mocorito, la tienda tuvo que cerrar, de manera que cuando Isabel quedó desempleada ya tenía muchos clientes acreditados. Fue así como siguió con esta actividad y ya casi completa el medio siglo con este trabajo. Todos los mocoritenses identifican su domicilio. Tiene un letrero que dice Productos Chave.

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Las bizcotelas y coricos del norte de Sinaloa tienen la influenza andaluza heredada de los tiempos de dominación española. La preparación de bizcotelas es un clásico de muchos lugares de Andalucía, pero aquí se hacen de una manera muy básica, como hace 500 años, sólo harina, huevos, manteca y un endulzante a base de azúcar.

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También hace galletas con betún y “suspiros” de merengue duro. Dice Doña Chave que lo primero que se acaba son los coricos y las bizcotelas, pero luego las empanadas desaparecen. Cuando hay muchas visitas el producto se termina pronto y hay que acelerar el proceso para tener siempre producto a la venta.

Comenta que, al declararse como Pueblo Mágico, Mocorito ha dinamizado su economía y todos ganan. Chave está muy agradecida con los clientes, dice que hay personas aún de fuera que son sus clientes desde hace 40 años y la siguen frecuentando porque dicen que su sabor es inigualable.

En Mocorito Doña Chave pone el sabor de las empanadas y coricos.

Imagen y edición: Christian López

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