Escápate en diciembre a las aguas termales de Atotonilco, el paraíso escondido cerca de Puerto Escondido
Descubre las aguas termales de Atotonilco, un paraíso natural ubicado en San José Manialtepec, cerca de Puerto Escondido. Te decimos dónde están, cómo llegar, cuánto cuesta visitarlas y por qué diciembre es el mejor mes para disfrutar este destino de relajación en Oaxaca.
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Muy cerca de las playas de Puerto Escondido, Oaxaca, existe un destino poco conocido que combina naturaleza, relajación y tradición comunitaria. Se trata de las aguas termales de Atotonilco, ubicadas en la comunidad de San José Manialtepec, un sitio ideal para quienes buscan una experiencia diferente al turismo de sol y mar.
Durante diciembre, este paraíso natural se vuelve especialmente atractivo gracias a su clima templado, menor afluencia de visitantes y el contraste entre el agua caliente de los manantiales y el ambiente fresco de la región. Es una opción perfecta para cerrar el año con descanso y bienestar.
En esta nota te contamos dónde están las aguas termales de Atotonilco, qué actividades puedes realizar, cuánto cuesta visitarlas y por qué se han convertido en uno de los secretos mejor guardados cerca de Puerto Escondido.
¿Dónde están las aguas termales de Atotonilco y cómo llegar desde Puerto Escondido?
Las aguas termales de Atotonilco se localizan en la comunidad de San José Manialtepec, a aproximadamente 99 km, aproximadamente a dos horas de Puerto Escondido, en la región de la Costa de Oaxaca. El trayecto toma entre 40 y 50 minutos, dependiendo del medio de transporte.
Para llegar, primero deberás hacer una caminata de 4 kilómetros aproximadamente, por vistosos senderos que te llevarán desde la comunidad de San José Manialtepec hacia el místico lugar que te maravillará por sus pozas de aguas termales.
El momento de serenidad y renovación estará completo con tu llegada, después de adentrarte en las aguas termales para finalmente echarte un chapuzón en el río. Al llegar al nacimiento del agua, se siente en el ambiente un olor intenso a azufre debido a la abundante cantidad de agua caliente que emana entre la roca.
El sitio ha sido preparado con un estanque pequeño que recoge el agua. Se cree que las propiedades minerales del agua tienen un efecto curativo. Aunque no es posible sumergirse debido a la temperatura del agua, sí es posible tomar baños de vapor al lado del manantial.
¿Qué hacer en las aguas termales de Atotonilco?: mejor época para visitarlas en diciembre
El principal atractivo de Atotonilco es disfrutar de sus pozas de aguas termales naturales, cuya temperatura oscila entre los 35 y 40 grados centígrados. Estas aguas son ideales para relajarse, aliviar el estrés y descansar después de recorrer la costa oaxaqueña.
Además del baño termal, el entorno permite conectar con la naturaleza, observar vegetación tropical y disfrutar de un ambiente tranquilo, alejado del ruido turístico. Muchos visitantes pueden llegar o simplemente recorrer los senderos abordo de caballos, acompañados con un guía certificado.
Diciembre es una de las mejores épocas para visitar el lugar, ya que las lluvias han terminado, el clima es más fresco y esto permite que disfrutes al máximo de las altas temperaturas de estas pozas de agua. Esto permite una experiencia más relajada en contacto con la comunidad local.
Recomendaciones para disfrutar el paraíso termal de San José Manialtepec
El acceso a las aguas termales de Atotonilco tiene un costo aproximado de recuperación, que suele ser accesible y se destina al mantenimiento del espacio. El precio puede variar, pero generalmente ronda los 100 pesos por persona.
El horario de visita suele ser amplio durante el día, aunque se recomienda acudir por la mañana o antes del atardecer para aprovechar mejor la experiencia y evitar zonas poco iluminadas. No se trata de un balneario comercial, sino de un espacio natural con servicios básicos.
Como recomendación, es importante llevar efectivo, sandalias, traje de baño, toalla, agua potable y respetar las indicaciones de la comunidad. También se pide mantener limpio el entorno, ya que el cuidado del lugar depende directamente del turismo responsable.
