Desde la calle Daniel Zatarain deleita a todos con la música de su flauta transversal

Héctor Daniel Flores Zatarain es un virtuoso de la música. Mazatleco de nacimiento, pero culiacanense por decisión.

Hace algunos años, dejó su casa en el Puerto, para venir a vivir a Culiacán. Aquí estaba el sueño que pronto convertiría en realidad.

Como todo un joven que busca un futuro profesional dentro del mundo de la música, Daniel ingresó a la Escuela Superior de Música en el ISIC.

En la escuela de Arte José Limón cursó cuatro años de su carrera técnica para posteriormente estudiar cuatro años más de licenciatura.

“La música no es un hobbie para mí. Es mi profesión. Amo lo que hago y ejecuto cada pieza con gran deleite”, reconoce el joven artista.

Daniel reconoce que su primer acercamiento a los instrumentos musicales se dio con la guitarra. Estudió un curso en la Escuela de Música de la UAS y con el tiempo fue practicando con los amigos.

De pronto, sin esperarlo, conoció un nuevo instrumento. La flauta transversal, que lo inspiró para tomarse más en serio esto de la música.

“Desde siempre me gustó la música. Originalmente tocaba la guitarra, pero cuando conocí la flauta transversal, me llamó la atención y decidí darle un enfoque más profesional”

A sus 32 años, Daniel ha pisado importantes escenarios. En el 2016, tuvo la oportunidad de tocar con la Banda Sinfónica del Estado, dirigido por el maestro Baltazar Méndez Cano.

“También fui atril, segundo atril en la Banda Sinfónica del Estado. Toqué como solista en los festivales de 2016 y 2017 en el teatro Pablo de Villavicencio y otros teatros del estado”, dice con honra.

Su amor por la música es tal, que, desde hace algunos años, Daniel dedica su tiempo a impartir clases en la Escuela de Música de Navolato. Su talento, es compartido con los jóvenes que buscan conocer un nuevo instrumento.

Pero la ejecución de sus piezas no es solo en grandes escenarios. Con Humildad, Daniel reconoce que todo artista debe estar en práctica constante.

Recuerda que cuando llegó el tiempo de pandemia el mundo artístico se paralizó. No había teatros, ni recintos en donde ejecutar y a su vez, no había forma de obtener ingreso. Daniel, no se quedó de brazos cruzados y enfrentó su nueva realidad.

“Con la llegada de la pandemia, tomé la decisión de tocar en la calle. No había recintos, no había gente que pagara por escuchar nuestra música. Así me animé y estuve en la calle tocando para la gente que pasaba. Fue una grata experiencia”, reconoce.

Ahora, Daniel continúa amenizando con su música a los culichis. Lo hace mediante un contrato con el Ayuntamiento de la ciudad, que mediante el programa “Arte a la vuelta de la esquina”.

Así, de forma magistral, Daniel endulza el oído de los que tienen el placer de escuchar el sutil timbre de su flauta transversal. Desde la calle desparrama sus sonidos musicales en un trabajo que a todos gusta.