Desde el Cabildo Infantil en Culiacán, Adelio Emmanuel propone que el arte sea parte esencial de la educación básica
¡Un pequeño con grandes ideas! Adelio Emmanuel, alumno de la primaria Revolución Mexicana es un niño comprometido con un Culiacán más artístico y humano
Culiacán, Sinaloa.- En medio de una ciudad que busca fortalecer su tejido social y brindar mejores oportunidades a sus niñas y niños, destaca la voz de Adelio Emmanuel, un alumno de quinto grado de la escuela primaria Revolución Mexicana, cuyo pensamiento y sensibilidad lo han posicionado como un verdadero agente de cambio.
El arte debe estar en la escuela: Adelio Emmanuel
Adelio Emmanuel no solo es un estudiante brillante que constantemente participa y obtiene los primeros lugares en concursos escolares, también es un niño con una visión clara de lo que necesita su comunidad.
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Recientemente, fue seleccionado como uno de los regidores del Cabildo Infantil 2025, un ejercicio organizado por el Ayuntamiento de Culiacán para escuchar y valorar las ideas de la niñez.
Durante su intervención en el evento, Adelio Emmanuel emocionó al público con un discurso sólido, lleno de pasión y propósito. Su propuesta fue clara: impulsar la educación artística en todas las escuelas primarias del municipio.
“Me siento muy feliz, porque tengo la oportunidad de compartir con todos los aquí presentes y hacer valer mi voz, este espacio donde las ideas convergen por el beneficio de las niñas y niños de Culiacán”, expresó Adelio con seguridad.
Apoyando a su compañera Sarah Abigail, quien propuso un programa municipal de arte, Adelio fue más allá: habló sobre la necesidad de hacer permanente la enseñanza del arte en la educación básica.
Subrayó que el arte no solo forma artistas, sino que desarrolla habilidades fundamentales como la creatividad, la concentración, la coordinación y la expresión emocional.
“El arte nos ayuda a comunicarnos, a imaginar, a expresarnos con nuestro entorno. En la escuela, podríamos aprender a tocar la guitarra, la flauta, el piano; a dibujar, a pintar, a actuar. Son cosas que muchos no podemos aprender en casa por falta de recursos, pero que todos deberíamos poder vivir en la escuela”, reflexionó el pequeño regidor.
Con la madurez de un líder y la ternura de un niño que sueña con un mundo mejor, Adelio Emmanuel añadió: “Las matemáticas, el español, la historia y la geografía son necesarias, pero el arte también es necesario para el alma”.
Su mensaje no solo conmovió, también provocó una reflexión profunda entre los presentes: ¿cuántas niñas y niños están perdiendo la oportunidad de descubrir su talento artístico por falta de acceso? ¿Cuánto cambiaría nuestra ciudad si desde las aulas se sembrara también la semilla del arte?
Adelio imagina un Culiacán donde los niños no digan “me hubiera gustado tocar la guitarra”, sino “yo aprendí a tocar la guitarra, y era bueno”. Un lugar donde además de formar ingenieros, médicos o maestros, también se formen pintores, músicos y actores comprometidos con su comunidad.
En tiempos donde las buenas noticias parecen escasas, la historia de Adelio Emmanuel nos recuerda que escuchar a la niñez también es construir futuro. Un futuro más creativo, más sensible, más humano. Uno donde, gracias a la educación artística, los niños y niñas no solo aprendan a contar historias, sino a vivirlas con emoción y propósito.
