Atletas de Navolato muestran a estudiantes que los límites solo están en la mente
Las Clínicas que inspiran motivan a los jóvenes a crecer en todos los aspectos de sus vidas.

La Secundaria Técnica #52 y la Preparatoria CETMAR de Altata vivieron una jornada diferente, emotiva y llena de inspiración con la llegada del programa “Clínicas que inspiran, hoy en tu escuela”, una actividad que no solo llevó mensajes de prevención, sino también historias de vida que dejaron huella en los estudiantes.
La tarea de sensibilizar a los estudiantes

Bajo la dirección de la maestra Mónica Chin Rodelo, la ETI 52 fue uno de los planteles anfitriones de esta iniciativa, que busca sensibilizar a los jóvenes sobre temas fundamentales como el uso responsable de las motocicletas, el valor del casco como medida de protección, y sobre todo, la capacidad de superar cualquier obstáculo.
“Fue una experiencia muy bonita, porque nos enseñaron que sí se puede salir adelante aunque tengas un accidente o una discapacidad”, compartió Andrea, alumna de tercer grado. Como ella, decenas de estudiantes escucharon atentos los testimonios de personas que han transformado la adversidad en fortaleza.
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Una exhibición de la Ráfaga Cañera

Uno de los momentos más impactantes fue la exhibición de baloncesto sobre silla de ruedas, presentada por el equipo Ráfaga Cañera, en colaboración con el Instituto Municipal del Deporte y la Cultura Física. Los jugadores, con cada enceste y pase, demostraron que la vida continúa, incluso con nuevas formas de moverse y competir.
“Lo que más me gustó fue que nos dijeron que los límites están en la mente. Me motivó mucho a no rendirme, incluso si algo difícil llega a pasar”, expresó Luis, otro de los estudiantes.
La directora Mónica Chin Rodelo destacó el valor de este tipo de eventos en las escuelas, especialmente en comunidades como Altata. “Estos programas nos ayudan a formar no sólo estudiantes con conocimientos, sino personas con conciencia y empatía. Que los jóvenes escuchen estas historias puede cambiar su forma de ver la vida”.
La actividad cerró con un fuerte aplauso colectivo, como muestra del agradecimiento de los alumnos y docentes. No fue solo una visita: fue una clase de vida, un recordatorio de que prevenir también es amar, y que cada decisión cuenta. Porque si ellos pueden, tú también puedes.