Con imaginación y carisma, Andrea conquista el primer lugar como cuentacuentos 2025 en Culiacán
Mateo Vidales Uzeta obtuvo el segundo lugar y Osmara Monserrat Cortez Núñez el tercero, siendo reconocidos con premios en efectivo por su destacada participación en el concurso que organiza el IMCC en Culiacán
Culiacán, Sinaloa.- Con una voz firme, mirada brillante y una narración que transportó al público al mundo de la imaginación, Andrea Guadalupe Portillo Meza, estudiante de la Escuela Primaria Gral. Guadalupe Victoria, conquistó el primer lugar del 2º Concurso de Cuentacuentos “Cuéntamelo otra vez” 2025, celebrado en el emblemático Teatro MIA de Culiacán.
El talento y carisma de estudiante del plantel educativo que se ubica en la colonia Lombardo Toledano iluminaron el escenario, recordándonos que las palabras tienen el poder de emocionar, conectar y transformar.
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Infancia, arte y lectura brillan en la final del concurso de cuentacuentos en el Teatro MIA
Andrea, deslumbró con su capacidad para contar historias de forma viva, sensible y expresiva. Su interpretación de La princesa y el dragón no solo mostró una notable habilidad actoral, sino también una profunda conexión emocional con el arte de narrar.
Con cada gesto y entonación, hizo vibrar al público y tocó el corazón del jurado, formado por destacados artistas locales.
La gran final del concurso reunió a 21 niñas y niños seleccionados en la etapa municipal, quienes compartieron cuentos que celebran la imaginación, la empatía y la riqueza de nuestra tradición oral.
Ocho finalistas brillaron en el escenario con interpretaciones llenas de gracia, talento y pasión. Todos ellos, con escenografías mínimas pero un entusiasmo inmenso, ofrecieron al público un verdadero espectáculo de arte e imaginación.
Mateo Vidales Uzueta, de la Zona Escolar 039 de la Escuela Primaria Ramón López Velarde con El lobo sentimental, obtuvo el segundo lugar, y el tercer sitio fue para Osmara Monserrat Cortez Núñez de la Zona Escolar 011 de la Escuela Primaria Juan Escutia con La peor señora de todas.
Los otros cinco niños niñas que participaron en la gran final fueron:
- Lucero Marisol Pineda Zúñiga de la Zona Escolar 021 (Esc. Prim. Prof. Ruperto Verdugo. (Soy un Capibara).
- Frida Sofía Ruelas Rodríguez de la Zona Escolar 005. Esc. Prim. Héroe de Nacozari. (Caperucita Roja).
- Aniel Vera Arroyo de la Zona Escolar 044. Esc. Prim. Sistema Educativo Quintas (El Charco Azul)
- Leonel Valdez Mendoza – Zona Escolar 051. Esc. Prim. Francisco Zarco. (La Caperucita Roja).
- Génesis Elizabeth Río Zazueta – Zona Escolar 057. Esc. Prim. José Vasconcelos. (Patito Feo).
El jurado, conformado por Georgina Martínez Montaño, Iván Camargo y Esteban Rogel Álvarez, tuvo la difícil tarea de elegir entre tantas voces prometedoras.
Además de Andrea, el segundo lugar fue para Mateo Vidales Uzueta de la Zona Escolar 039 de la Escuela Primaria Ramón López Velarde y el tercero para Osmara Monserrat Cortez Núñez de la Zona Escolar 011 de la Escuela Primaria Juan Escutia), quienes también recibieron premios en efectivo como reconocimiento a su gran desempeño.
El evento, conducido con alegría por el músico Jesús Rosario Castro Sepúlveda "Jero", fue una verdadera celebración de la infancia, el arte y la lectura.
Estuvieron presentes autoridades como Adolfo Plata Guzmán, director del Instituto Municipal de Cultura; la diputada Sthefany Rea Reátiga; y el regidor Luis García, quienes entregaron premios y reconocimientos junto a María Luisa Shimizu, representante del Corporativo SuKarne, que obsequió relojes inteligentes a todos los finalistas.
Durante su intervención, Adolfo Plata destacó el papel fundamental de las madres, padres y docentes:
“Ellos son quienes siembran la semilla del amor por el arte y la lectura; gracias a su acompañamiento, hoy podemos presenciar el poder transformador de la palabra en voces tan jóvenes como la de Andrea”.
El triunfo de Andrea Guadalupe Portillo Meza es mucho más que una medalla o un primer lugar: es la prueba viva de que la imaginación puede abrir puertas, que la palabra dicha con el alma tiene el poder de tocar corazones y que el arte, cuando nace desde la infancia, siembra esperanza para el futuro.
Ella, al igual que cada niño y niña que subió al escenario del Teatro MIA, nos recordó que los sueños se cuentan, se viven y se comparten. Porque cada historia narrada con pasión puede cambiar al mundo, aunque sea un poco.
Y en cada cuento contado, en cada aplauso recibido, en cada mirada encendida por la emoción, quedó claro: la niñez tiene mucho que decir… y vale la pena escucharla.
