Qué es la renuncia silenciosa: hacer únicamente lo mínimo para no ser despedido

Durante el 2021 el Reino Unido experimentó un gran aumento en el número de personas que renunció a sus trabajos, y una quinta parte de los trabajadores de este país europeo aún dice que tiene pensado renunciar el próximo año en busca de mejores empleos. Es bajo este contexto que surge la “renuncia silenciosa”.

La tendencia, popularizada recientemente gracias a plataformas como TikTok, es básicamente hacer lo mínimo que se espera de uno en su trabajo, no más y no menos. 

Esta opción se ha vuelto increíblemente popular debido a que es una opción para aquellos que son infelices con su empleo, pero no pueden dejarlo por falta de alternativas.   

Naturalmente esto ha despertado el descontento de los jefes, quienes creen que se trata de una forma de holgazanería por parte de sus empleados. Pero la “renuncia silenciosa” no se trata de evitar de hacer el trabajo, sino de tener una vida fuera del trabajo.

En los últimos 20 años, muchas personas se han sumado a una cultura de exceso de trabajo en todo el mundo, en la que el trabajo no remunerado se ha convertido en una parte que se espera que muchos trabajadores lleven a cabo. 

La diferencia generacional

Tras múltiples cambios en el mundo, como recesiones y pandemias, el ambiente laboral donde se desarrollan los millennials y la generación Z es muy distinto al que le tocó vivir a sus padres. 

Los jóvenes profesionistas esperaban una progresión sencilla en la vida, sin embargo, la realidad fue más dura, con menos oportunidades laborales, inseguridad financiera, inaccesibilidad a comprar una vivienda, entre otros problemas. 

Incluso cuando las nuevas generaciones invierten horas extra y van más allá en el trabajo (o le “echan ganas” como comúnmente se le conoce), aun así, encuentran dificultades para desarrollar su vida. 

Quizás en respuesta a esta decepción, un estudio reciente de Deloitte descubrió que los jóvenes buscan cada vez más flexibilidad y propósito en su trabajo, además de equilibrio y satisfacción en sus vidas.

Es por eso que ahora muchos jóvenes rechazan el estilo de vida de vivir para trabajar. Siguen trabajando, pero no permiten que eso absorba sus vidas, una filosofía que es positiva tanto para empleados como para empleadores. 

Positivo para la salud mental

Diversos estudios concluyen que el equilibrio entre el trabajo y la vida es fundamental para una salud mental estable. 

Por ejemplo, fracasos percibidos en el empleo, como lo son no obtener un ascenso o un aumento de sueldo, que no se reconozcan los logros, horas extras no pagadas, etc, pueden aumentar la ansiedad y el estrés, y en los peores casos se internaliza como fracasos personales. 

Renunciar en silencio tiene el objetivo de separar la vida personal del trabajo, restableciendo el equilibrio emocional y permitiendo que se encuentren nuevos propósitos más allá de satisfacer un empleo.

Los peligros de la fatiga

Cuando un trabajador se excede en su empleo, puede llegar a ser afectado por la fatiga, algo que puede tener efectos a largo plazo en la salud física, mental y emocional del afectado. 

En 2019, la Organización Mundial de la Salud reconoció oficialmente la fatiga como un fenómeno ocupacional caracterizado por sentimientos agotamiento, cinismo, distanciamiento mental del trabajo y bajo rendimiento.

La fatiga es difícil y costosa tanto para el empleado como para el empleador, puesto que provoca que el trabajador se ausente o se desempeñe a una capacidad inferior a la normal. La “renuncia silenciosa” puede crear un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, por lo tanto, podría proteger contra la fatiga antes de que suceda.

Mejores relaciones de trabajo

Las investigaciones muestran que los empleados más felices son más productivos y comprometidos. Esto incluso puede mitigar el hecho de sentirse distraído o no querer estar presente.

Cuando los empleados están más felices, es más probable que formen lazos de amistad en el trabajo, fomentando un ambiente laboral saludable, e incluso en algunos casos, más productivo. 

La “renuncia silenciosa” también elimina el concepto de competencia entre trabajadores, por el contrario, alimenta el sentido de pertenencia y de lealtad al trabajo a desempeñar. 

Las personas ahora rechazan trabajar en exceso para evitar la fatiga, y prefieren elegir un equilibrio y una vida más alegre. Además, están poniendo cada vez más límites para que su identidad y autoestima no esté ligada a su productividad laboral.

En lugar de preocuparse por una pérdida de productividad, los jefes y empleadores deben aprovechar esta tendencia para apoyar el bienestar de su personal. Al fomentar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal los trabajadores sentirán que son valorados, lo que generará compromiso, productividad y lealtad.

Con información de  Nilufar Ahmed, quien es profesora de Ciencias Sociales en la Universidad de Bristol. Puedes leer la nota original en inglés en The Conversation..

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