Culiacán se ilumina con “Un Regalo de Paz” que revive la ilusión navideña
El desfile un regalo de paz reúne a más de 70 mil asistentes en Culiacán.

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Culiacán vivió esta tarde uno de sus momentos más esperados: el tradicional desfile “Un Regalo de Paz”, un recorrido lleno de luz, color y emoción que reunió a más de 70 mil personas que salieron a llenar la avenida Obregón con aplausos, gritos de alegría y esa ilusión que solo la Navidad puede despertar.

Desde antes de que arrancara el desfile, ya se sentía el ambiente festivo. Los templetes artísticos instalados en Catedral, Ayuntamiento y Parque Revolución encendieron el ánimo con música y presentaciones que marcaban el inicio de una tarde especial.
Familias completas, abuelos, mamás, papás y niños con gorritos rojos se acomodaban como podían entre la multitud. “Es que este desfile lo esperamos todo el año, nos trae mucha alegría”, decía la señora Marina Ortega, mientras acomodaba a su nieta sobre sus hombros para que no se perdiera nada.
Y no se perdió nada.
Apenas comenzó el recorrido, la avenida Obregón, desde Rafael Buelna hasta Emiliano Zapata, se transformó en un río de luces y personajes navideños que hicieron vibrar a los pequeños, quienes levantaban las manos cada vez que pasaba un carro alegórico.
Valores que desfilan, valores que se comparten

Este año participaron 27 empresas y 17 comparsas de escuelas, universidades y academias, dando vida a carros alegóricos que no solo brillaban por su diseño, sino por el mensaje que llevaban.
Cada uno representaba un valor distinto:
- Paz,
- Amor,
- Gratitud,
- Esperanza,
- Bondad,
- Lealtad,
- Compromiso,
- Perseverancia,
- Compartir,
- Confianza,
- Felicidad,
- Generosidad,
- Creatividad,
- Alegría,
- Familia,
- Educación,
- Integridad,
- Servicio,
- Salud,
- Responsabilidad,
- Paciencia,
- Empatía,
- Justicia,
- Esfuerzo,
- Puntualidad y
- Respeto.
Los asistentes lo entendían tan bien que la magia era evidente.
“Qué bonito que a los niños les enseñen esto, hace falta recordar que los buenos somos más”, comentó José Luis Pacheco, papá que grababa el paso de los carros para mostrárselos luego a su familia.
Un desfile construido por manos de casa

Empresas como Castilla, Interceramic, Kuroda, Mercado de Importaciones, MOBI Muebles, Valdez Baluarte, AM Group MX y Fetasa, SuKarne, Fincamex, Jaztea, Premier Autocountry, SY y TBT, Casa Ley, Chata, Tec de Monterrey, UPES y Forrajes El Barrio, Totalplay, Farmacias Similares, Universidad Casa Blanca y Serdi, Fetasa, Grupo del Rincón, Nimcy Dance, Maquinaria Agrícola López y Kioti, Sinigas y Volks Club Culiacán, Chata, Panamá, entre otras, pusieron creatividad y corazón para que cada carro luciera impecable.
No faltaron los bailarines que, con sonrisas enormes, daban vida a cada valor representado. Niños y adultos se movían al ritmo de villancicos y música navideña, logrando que cada cuadro del desfile fuera una fotografía viva de unión familiar.
La ilusión que vuelve cada año

El brillo en los ojos de los niños era, sin duda, lo más emocionante. Ahí estaba esa ilusión pura, esa alegría sencilla que contagia a cualquiera.
Cada personaje que pasaba; elfos, renos, muñecos gigantes, duendes y hasta el propio Santa, provocaba gritos emocionados. “¡Mamá, ya casi es Navidad!”, decía el pequeño Axel Osuna con una sonrisa que no cabía en su cara.
Y quizá ese es el verdadero regalo del desfile: recordarle a Culiacán que la Navidad no es solo una fecha, es un estado del corazón.
Un Regalo de Paz para toda la ciudad

El desfile cerró con la misma energía con la que comenzó: música, aplausos y un sentimiento compartido de esperanza. Un año más, Culiacán se regaló un momento de unión y tranquilidad, un recordatorio de que cuando la ciudad se junta, el espíritu navideño brilla más fuerte.
Porque la Navidad no solo llega… se construye entre todos. Y este domingo, Culiacán lo volvió a hacer.




































