Parques Alegres transforma el parque de Barrancos II. Lo hace, un parque a la vez
Los asesores acompañan a los vecinos en la recuperación de sus parques.
En medio de Infonavit Barrancos II, hay un parque sin nombre, sin placa y sin lujos, pero con una fuerza que lo sostiene a la comunidad.
Por años fue un lugar olvidado, con bancas rotas, juegos oxidados y pasto seco. Hoy, gracias al acompañamiento de Parques Alegres y sus asesores, ese espacio se ha convertido en el punto de encuentro que da vida a la colonia.
“Yo digo que este parque es como la segunda sala de mi casa”, cuenta doña Carmen, vecina desde hace 12 años. “Aquí mis hijos corren, comen, hacen tarea… antes ni veníamos porque estaba feo, ahora hasta cumpleaños hacemos”.
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La unión de la comunidad ha logrado un lugar de convivencia
La transformación no comenzó con maquinaria ni presupuestos, sino con una escoba, una reunión vecinal y la guía de los asesores comunitarios de Parques Alegres. Ellos fueron quienes impulsaron a los vecinos a organizarse, a establecer acuerdos y a creer que sí era posible mejorar el parque con lo que se tenía.
Después de barrer vino el primer árbol plantado, un columpio reparado, una mesa donada. Con el tiempo llegaron más manos, más ideas y más participación: bancas pintadas, juegos hechos con material reciclado, talleres de lectura, posadas, torneos y asambleas para decidir en conjunto qué necesitaba el parque.
Un parque para todos en Barrancos
“Este parque me enseñó que lo público no es de nadie… ¡es de todos!”, dice Esteban, papá de dos niños. “Si lo ves como tuyo, lo cuidas”.
Detrás de todo, Parques Alegres no solo orienta, sino que construye comunidad. Cada visita de sus asesores representa un impulso para mantener vivo el entusiasmo y fortalecer la organización vecinal. Lo que parecía solo un espacio verde, se convirtió en un aula de civismo, convivencia y cariño al entorno.
