Construyen arrecifes artificiales para restaurar el ecosistema en Baja California Sur
Descubre cómo el arrecife artificial en el Mar de Cortés está restaurando los ecosistemas marinos en Baja California Sur.
Debido a la vital importancia del equilibrio de nuestros mares mexicanos, el Gobierno del Estado de Baja California Sur, la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), así como diversas organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas han trabajado de manera estrecha para crear un arrecife artificial en beneficio del mar de Cortés.
Dicha colaboración buscan restaurar los ecosistemas con arrecifes artificiales tipo Shell Nurse, mismos que han sido probados en Japón con resultados adelantadores para las comunidades pesqueras niponas.
¿Qué es un arrecife artificial?
Los arrecifes artificiales son mecanismos estructurales instalados sobre el lecho marino cuyo propósito principal es la protección y preservación de ecosistemas marinos, así como la promoción de la biodiversidad en la zona. Estas formaciones artificiales pueden ser diseñadas y construidas con materiales como hormigón, roca, bolsas geotextiles rellenas de arena o incluso barcos hundidos.
Los arrecifes artificiales pueden generar beneficios como:
- Protección a las costas contra la erosión y los efectos de las olas y tormentas tropicales
- Creación de nuevos hábitats para algunas especies marinas, incluyendo corales y otros organismos
- Mejora de la calidad del agua y la reducción de la sedimentación
- Generación de oportunidades para la pesca artesanal y el turismo submarino
- Ayuda a restaurar ecosistemas marinos degradados
¿En qué consiste el plan Shell nurse en Baja California Sur?
Este proyecto de cooperación busca el restablecimiento de los arrecifes en pro de reproducir o generar espacios de crianza, así como la de protección para algunas especies específicas, generando en el lugar un sitio de producción de biomasa a partir de los cuales se restablecen comunidades y se restauran las poblaciones.
De igual manera existe un monitoreo que incluye estudios oceanográficos y de plancton para identificar los lugares idóneos para construir más arrecifes artificiales y entender cómo estas estructuras están siendo aprovechadas por diferentes especies marítimas.
También se están llevando a cabo estudios de diversidad y genética para detectar la presencia de especies y su interacción con los nuevos hábitats.
Así mismo, JICA recomendará acciones de políticas públicas en pro de las comunidades pesqueras de la zona, por lo que no solo la biodiversidad marina se verá beneficiada, sino también los habitantes dependientes de esta economía primaria.
En el pasado mayo de 2023 fueron colocadas 200 estructuras de plástico con conchas marinas en lugares estratégicos de la Bahía de La Paz, con miras a que se convirtieran en un hábitat en el que floreciera la vida marina.