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El consumo de cristal o metanfetaminas no es un placer, es un camino corto a la muerte

13 febrero, 2023
El consumo de cristal o metanfetaminas no es un placer, es un camino corto a la muerte

El uso de la metanfetamina se asocia a muchos trastornos físicos graves. La droga puede causar aumento del ritmo cardíaco, subida de la presión arterial, y daño a los pequeños vasos sanguíneos del cerebro, lo que puede conducir a un derrame cerebral. El uso crónico de la droga puede producir inflamación del revestimiento del corazón. La sobredosis de metanfetamina puede causar hipertermia (elevada temperatura corporal), convulsiones, y la muerte.

Las personas que consumen metanfetamina también pueden sufrir episodios de conducta violenta, paranoia, ansiedad, confusión, e insomnio. La metanfetamina también puede producir síntomas psicóticos que duran meses o años luego de que la persona deja de usar la droga.

Además de ser adictos a la metanfetamina, los consumidores crónicos pueden presentar síntomas que pueden incluir ansiedad intensa, confusión, insomnio, fluctuación del estado de ánimo y comportamiento violento.

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También pueden presentar una serie de características psicóticas, entre ellas paranoia, alucinaciones visuales y auditivas y delirios (por ejemplo, la sensación de que tienen insectos caminando debajo de la piel). 

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Los síntomas psicóticos a veces pueden durar meses o años después de que una persona ha dejado de consumir metanfetamina en forma indebida, y se ha demostrado que el estrés precipita la recurrencia espontánea de la psicosis de la metanfetamina en quienes tenían síntomas psicóticos cuando consumían la droga.

Los usuarios de la metanfetamina que se inyectan la droga se exponen a otros riesgos, entre ellos el de contraer el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la hepatitis B y la C, y otros virus transmitidos por la sangre. Los usuarios crónicos de metanfetamina que se inyectan la droga también corren el riesgo de sufrir de venas colapsadas o callosas, infecciones del revestimiento y las válvulas del corazón, abscesos, neumonía, tuberculosis, y enfermedades hepáticas y renales.

Mejor es una vida larga sin drogas que un falso placer momentáneo.

 

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