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Tras tres años desde su descubrimiento, científicos logran llegar al árbol más alto del Amazonas

El inmenso árbol mide 88 metros y fue descubierto en 2019, pero nadie había llegado hasta el debido a las dificultades del camino

10 octubre, 2022
El inmenso árbol fue descubierto en 2019, pero nadie había llegado hasta el debido a las dificultades del camino.
El inmenso árbol fue descubierto en 2019, pero nadie había llegado hasta el debido a las dificultades del camino.

Después de cinco expediciones y un viaje de dos semanas adentro de la jungla, un grupo de científicos llegó al árbol de 88 metros, es el más alto jamás registrado del Amazonas,culminando así tres años de planificación. 

El viaje no fue nada fácil, ya que los investigadores tuvieron que recorrer 250 kilómetros en bote río arriba con peligrosos rápidos. Luego, el grupo caminó 20 kilómetros más a través de la montañosa selva, e inclusive, a uno de los miembros lo mordió una araña venenosa. Pero nada de esto los detuvo, y al final lograron su objetivo de llegar hasta el legendario árbol.

Tras acampar bajo el enorme árbol, el grupo recogió hojas, tierra y otras muestras, con el propósito de analizarlas para estudiar la edad exacta del árbol (estimándose de entre 400 a 600 años), posibles enfermedades, y averiguar por qué en esta región crecen árboles tan grandes.

Nacido incluso antes de la llegada de Cristóbal Colón al contienen americano, el inmenso árbol del Amazonas en la reserva Iratapuru, perteneciente de la especie Dinizia excelsa Ducke, tiene cerca de 88,5 metros de altura, equivalente a dos monumentos de Cristo Redentor, o, a un edificio de 25 pisos, además de contar con un tronco de 9,9 metros de diámetro y al que se le estiman unos 400 años de existencia.

El árbol en cuestión fue identificado en el 2019 por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe) cuando mediante sensores acoplados en aviones se buscaba calcular la biomasa del inmenso bosque tropical sudamericano. Tras su descubrimiento, un grupo formado por científicos, ecologistas y guías locales se unieron para llegar hasta el árbol ese mismo año. Sin embargo, el grupo subestimó la dificultad del viaje, y tras diez días de expedición tuvieron que abortar la misión.

No obstante, el coloso del Amazonas no está a salvo. La reserva de Iratapuru es constantemente acosada por mineros ilegales, quienes destruyen el medio ambiente en las zonas en donde minan. Además, debido al alto valor de la madera del Amazonas, en los últimos tres años la desforestación ha aumentado un 75% con respecto a la década pasada.

"Ese árbol es una fuente importantísima de carbono, pero también tiene un poder enorme de capturarlo. El árbol absorbe el mismo carbono que una hectárea de vegetación", explicó Eric Gorgens, uno de los ingenieros forestales que lideró la expedición.

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