Si hay que pacificar a México, empecemos pacificando las calles: Armando Pliego

Si hay que pacificar a México empecemos pacificando las calles dijo Armando Pliego Ishikawa en conferencia en Culiacán, ciudad que liderea en el país las cifras negras por siniestralidad vial y muerte de niños atropellados. En la conmemoración del Día Mundial Sin auto, el especialista pidió tomar los ejemplos de países que les devolvieron las calles a los humanos y mejoraron su calidad de vida y economía de las ciudades.

Al participar como ponente invitado por el organismo Mapasin, Armando Pliego Ishikawa, Jefe del Departamento de Proyectos de Movilidad Motorizada del Gobierno del Estado de Puebla, comentó que las muertes en siniestros viales no tienen repercusiones para políticos como el homicidio, por eso no hay prisa en fijar políticas públicas de movilidad.

Durante su disertación hizo un recuento cronológico desde la aparición de los carros de tracción animal, pasando por la llegada del automóvil y todos los medios de transporte urbano tenidos hasta hoy, que mediante campañas han forzado la voluntad de los ciudadanos para expulsar de la calle, primero a los niños y luego a todos los peatones.

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Durante su ponencia por el Día Mundial Sin Auto, Pliego Ishikawa afirmó que durante el año de 1923 en todo el mundo las calles eran para los niños y los peatones y en adelante se empezó a ceder el espacio para el coche.

Refirió que desde el principio del automovil se pensó en obligar a los peatones a cruzar sólo por las esquinas, y cómo fueron las primeras protestas, en la llamada “Guerra contra los autos” mediante carteles, para que los autos no mataran a los niños.

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Y como ante la necesidad de vender más coches se fue condicionando a los peatones, incluso, a pagar multas por andar en la calle por donde pasaban los autos, como parte del surgimiento del movimiento “Jaywalking”. Y cómo se culpó y desprestigió a los migrantes rurales de ser responsables del exceso de personas atropelladas en Estados Unidos, acusándolos de distraerse al cruzar la calle.

Explicó de cómo fue el surgimiento del tranvía como transporte colectivo, que, a pesar del buen funcionamiento, se desechó luego por interés mercantil para favorecer la venta de automóviles particulares.

Explicó de movimientos que desde finales de los años 60s del siglo pasado ya estaban haciendo protestas para conseguir que en las calles construyeran ciclovías. Refirió el caso de Holanda, que desde el siglo pasado le dio el lugar de la calle a los árboles y a las personas y ahora tienen mejor economía que cuando el automóvil era el dueño de la calle.

Citando a Janette Sadik-khan dijo que si se puede cambiar una calle se puede cambiar el mundo. Y reiteró que en un país como México si hay necesidad de pacificar “podemos empezar pacificando las calles”.

El evento desarrollado en el Auditorio Deutsche Bank, del Jardín Botánico de Culiacán tuvo asistencia de autoridades municipales, estatales, de vialidad, representantes de organismos civiles y activistas en favor de los peatones y ciclistas.