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¿Cómo afecta el horario de verano a los niños?

Con el cambio de horario de verano algunos niños suelen verse afectados de distintas maneras y con dificultad para adaptarse.

31 marzo, 2021
¿Cómo afecta el horario de verano a los niños?
¿Cómo afecta el horario de verano a los niños?

Con el cambio de horario de verano algunos niños suelen verse afectados de distintas maneras y con dificultad para adaptarse.

Los cambios  siempre afectan a todos especialmente a los niños que van aprendiendo de que en la vida el cambio es una constante. Sin embargo hay que trabajar para ayudarlos a entender que el cambio de horario de verano es también parte de la vida.

En ocasiones el cambio de horario de verano trae consigo algunos problemas que deben ser tratados con calma y paciencia.

Entre los principales problemas que provocan en los niños los cambios de hora son alteraciones del sueño, pero también pueden estar, como consecuencia, más irritables e intranquilos, cansados, con problemas de atención o con cierto desánimo.

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Las consecuencias del cambio de hora las notamos tanto adultos como niños, sin embargo, para los niños el trastorno es algo mayor, ya que su organismo es más sensible a los cambios: el “no tengo sueño” cuando tengan que ir a dormir y el “tengo mucho sueño” cuando tengan que levantarse, se convierten en todo un clásico en las familias cada año por estas fechas.

Sin embargo, de nuevo hacemos un llamado a la calma: la adaptación al nuevo horario suele llevar solo unos días, hasta una semana más o menos, según la Asociación Mexicana de Pediatría por lo que la paciencia será la mejor aliada, debemos entender que su reloj biológico se ha visto alterado y eso pasa factura.

Consejos para reducir los efectos del cambio de hora en niños

- Adelantarse al cambio:

Lo que los pediatras aconsejan es, una semana antes de que se produzca el cambio de hora, ir adelantando de forma paulatina unos 10-15 minutos actividades como el tiempo de juego, la comida o la hora de irse a la cama para que el cambio sea menos brusco.

- Un despertar luminoso: 

Otro consejo de los pediatras es dejar que entre la luz natural a la habitación del niño unos 15 minutos antes de despertarle.

- Un buen desayuno en un comedor con mucha luz. 

Si además incluimos en el desayuno de los niños frutos secos, serán buenos aliados, ya que favorecen la regulación del ritmo circadiano.

- Nada de pantallas antes de acostarse:

Esto ya sabemos que es un consejo a tener en cuenta siempre.

- Salir a caminar:

Salir a caminar es una buena forma de estimular la producción de serotonina, también conocida como la hormona de la felicidad.

Ánimo, el tiempo todo lo pone en su lugar, aunque las agujas del reloj se adelanten o se atrasen.

Con información de SerPadres.com


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