A sus 68 años brinda educación en Villa Juárez

“La maestra Mayra” es pionera del CBTA en Villa Juárez, y a su retiro de la institución, decidió atender a niños y adultos por medio del ISEA

María Isabel Beltrán Bojorquez mejor conocida en la Sindicatura como “La maestra Mayra”, es nacida en Culiacán, lugar en donde ha radicado toda su vida. Desde muy joven encontró su vocación en la docencia, misma pasión que a sus 68 años la mantiene activa al servicio de niños y jóvenes de Villa Juárez. 

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Sentada en un sillón, en la sala de su hogar, “Mayra” se llena de recuerdos que la hacen volver a sus raíces en la docencia. 

Su gusto por las matemáticas la hizo comenzar a dar clases en el año de 1982, en el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) No. 133 en Recoveco, un plantel que tenía pocos alumnos, por lo que se abrieron extensiones de la institución en otros lugares entre ellas campo gobierno. 

Relata que fue en 1995 cuando llegó a Villa Juárez, y le tocó junto a sus compañeros maestros iniciar de cero dando clases en donde se podía, con carencias y limitantes.

Fue hasta el año 2000 cuando se comenzó la construcción formal de la escuela CBTA 261 en Villa Juárez, lo que se logró gracias al esfuerzo de docentes, autoridades y padres de familia. 

Dentro de la institución brindaba  atención a jóvenes y adultos que en su mayoría eran trabajadores agrícolas y tenían deseos de continuar su preparación, algo que la hizo tener cada vez más compromiso con la enseñanza. 

Dentro de la aulas, vio pasar centenas de alumnos, con los que siempre fue generosa, ganándose el reconocimiento y aprecio de muchos de ellos. 

Después de 30 años de dedicación a la institución que la formó como maestra y la llenó de orgullo y satisfacciones llegaba el momento de su retiro. 

Asegura no haber estado convencida de dar este paso, puesto que estaba segura que su labor como maestra aún no terminaba. 

Al jubilarse fue buscada por el Instituto Sinaloense para la Educación de los Adultos (ISEA), e invitada para ser encargada de la plaza comunitaria que se encuentra en las instalaciones del CBTA, mismo que no dudo en aceptar. 

Explica que al principio brindó atención a adultos que no sabían leer ni escribir, y entre ellos se encontraban los padres de los jóvenes que habían sido sus alumnos, dentro de esto, comenzó a ver más de cerca la realidad que se vive dentro de la Sindicatura entorno al rezago escolar y las carencias que viven las familias.

Al estar dentro del CBTA seguía frecuentando a sus alumnos y compañeros, por lo que decidió empezar como maestra de apoyo en Matemáticas, atendiendo a jóvenes con bajas calificaciones en esta asignatura. 

Por estas acciones, era reconocida. Por su pasión y entrega por la enseñanza, continuaba como un ejemplo dentro de la institución.

 Al poco tiempo la vida le tenía preparada la mejor de las recompensas, ISEA comenzó con la atención de niños lo que llegó a darle un giro a su vida. 

El trabajar con niños la llenaba de satisfacción, con el trato diario comenzó a saber las dificultades que ellos vivían, la mayoría hijos de jornaleros agrícolas y migrantes, que por su condición no podían ir a una escuela como cualquier otro niño. 

El conocer la historia detrás de cada uno, la ha hecho formar lazos de amor con sus pequeños alumnos, y la enseñó a ser una  persona solidaria, no sólo comparte sus enseñanzas, sino también comparte alimentos con ellos dentro del salón de clases.  

Cada día de clases, se organiza para compartir con sus alumnos, a veces ofreciéndoles algo para desayunar; les ofrece su tiempo para escucharlos y aconsejarlos; mismo que no todos pueden tener con sus padres que cada día salen a buscar el sustento para el hogar. 

“Los niños con su nobleza me han enseñado cada día la importancia de apoyarlos y de compartir con ellos lo que tengo, me tienen mucho cariño y me dicen que me ven como su abuelita” expresó. 

Mayra explica que durante este receso escolar debido a la pandemia por el Coronavirus la ha hecho extrañar a sus alumnos, y algunos de ellos la han llamado para mostrarle su aprecio y para decirle que esperar volver a clases para verla. 

Dice que la alegría por los niños la hace pensar en continuar con la docencia, sabe que al igual que sus alumnos hay muchos niños y jóvenes  necesitados de educación y atenciones por lo que quiere seguir siendo un enlace para que ellos al crecer tengan las bases que les permita salir de las condiciones en las que viven.