El 12 de diciembre la fiesta de las velas ilumina las tradiciones de Sinaloa en una noche de callejoneadas y antojitos.

(TBN) Cosalá es el primer Pueblo Mágico de Sinaloa (2005); ahí las tradiciones obedecen a una línea del tiempo, más que un decoro. Las familias encienden velas en banquetas y ventanales conformando una gran luminaria a la que se le conoce como la Fiesta de las Velas.

La fiesta de las velas es una tradición autóctona de Cosalá, se realiza la noche del 12 de diciembre, involucrando a gran parte da la población del antiguo casco colonial, y representa una noche de continua fiesta por las calles, como parte de las festividades a la llamada Virgen de Guadalupe.

Las familias cosaltecas se preparan con anticipación comprando decenas de velas para esta festividad. Entrada la noche, las familias se involucran en un acto voluntario de poner velas en fila sobre la banqueta y ventanales en el tramo de su predio.

Así las velas hacen una continua línea por todas las calles en dirección al centro del poblado. Cuando empieza la peregrinación guadalupana las velas ya se han encendido conformando lineales luminarias centellantes.

Al paso de la peregrinación se van sumando más personas, mientras se realizan letanías y cantos a la guadalupana. El acontecimiento se parte en dos frentes: los peregrinos del pueblo, y los espectadores llegados de las rancherías o ciudades.

La peregrinación remata en el primer templo de Cosalá, originalmente llamado Iglesia de San Francisco Javier (1650-1700), el cual por yuxtaposición religiosa fue cambiado a Capilla de Guadalupe, alentando el fervor de la fe guadalupana.

En la fiesta de las velas, la llegada de la peregrinación a la capilla de Guadalupe remata con una misa, y al final de la misma inicia la fiesta popular con juegos pirotécnicos.

El sonar de la música de banda sinaloense hace festivas las callejoneadas con bailes entre calles y plazas. En la fiesta de las velas los visitantes participan de bebidas regionales y una gran variedad de platillos y antojitos de la gastronomía cosalteca.

La colocación de las velas tiene su origen en las reminiscencias religiosas de los antiguos mineros que poblaron la villa, desde los tiempos en que las velas eran la luz doméstica disponible y a la par un artículo religioso. No se conoce el origen exacto de la tradición.

Este Pueblo Mágico es un pueblo de origen minero, su nombre original fue Real de minas de Nuestra Señora de las once mil vírgenes de Cosalá. De su origen y riqueza dio cuenta el obispo de Guadalajara Alonso de Mota y Escobar en el año de 1605.

La capilla de Guadalupe es un templo construido mayormente a base de adobe, con fachada erguida con rocas canteadas expuestas. Tiene un modesto pórtico construido a base de cantera, y una pequeña torre de campanario. Sirvió de curato de 1704 a 1710.

Posterior a este templo se construyó el templo parroquial de Santa Úrsula (1759-1767), de mayor tamaño, ubicado junto a la plaza principal, el cual fue terminado hasta finales del siglo XIX.

Los dos edificios religiosos constituyen sólo una muestra de la diversidad de construcciones de origen colonial que se preservan avivando la historia entre apretadas las calles del pueblo mágico.

En diciembre la fiesta de las velas es una de las tradiciones autóctonas que dan identidad y folclor del pueblo minero de Cosalá.

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