Entre montañas, playas, ríos y calles coloniales, descubre destinos únicos en estos estados de México que ofrecen historia, cultura y paisajes para disfrutar todo el año
Por: Karina Valdez
En el noroeste de México, donde el sol brilla con fuerza gran parte del año, existen rincones que invitan a una pausa. Los Pueblos Mágicos de esta región no solo sorprenden por su historia y encanto, sino también por sus paisajes, su clima más amable en ciertas temporadas y la calidez de su gente.
Son destinos ideales para quienes buscan experiencias auténticas: desde paseos coloniales y aventuras naturales, hasta playas y rutas gastronómicas. Aquí, el visitante encuentra el equilibrio perfecto entre descanso y exploración, mientras se sumerge en tradiciones vivas que han perdurado por generaciones.
Álamos, Sonora: La "Ciudad de los Portales"
Ubicado en la Sierra Madre Occidental, Álamos conserva la esencia colonial que lo hizo famoso desde el siglo XVII, cuando la minería de plata impulsó su crecimiento. Su centro histórico, lleno de arcos y casonas, es un viaje al pasado.
Entre sus atractivos destacan el Museo Costumbrista, el mirador y las antiguas minas. Lo ideal es visitarlo entre noviembre y marzo, con ropa ligera para el día y suéter para las noches frescas.
Magdalena de Kino, Sonora: Fe y cultura
Fundada por el misionero jesuita Eusebio Kino, cuyo mausoleo es punto obligado, esta localidad al norte de Sonora combina historia, religión y gastronomía. La Plaza Monumental y la Parroquia de Santa María Magdalena son parte de su identidad. Se recomienda visitarla de octubre a marzo, llevando ropa fresca y bloqueador solar.
El Fuerte, Sinaloa: Leyendas y río
Conocido por su arquitectura colonial y su vínculo con la leyenda del Zorro, El Fuerte ofrece diversas actividades como:
- Paseos en lancha por el río.
- Recorridos históricos.
- Espectáculos culturales.
Fue fundado en 1564 y conserva un ambiente pintoresco. La mejor temporada es de octubre a abril; es recomendable llevar repelente y cámara fotográfica.
Mocorito, Sinaloa: "La Atenas de Sinaloa"
Este pueblo es cuna de grandes artistas y escritores. Sus calles y plazas conservan un aire señorial, mientras su gastronomía, con platillos como el chilorio, enamora a los visitantes. Visitarlo entre noviembre y marzo permite disfrutarlo con clima agradable; ropa ligera y sombrero son imprescindibles.
Todos Santos, Baja California Sur: Arte junto al mar
Fundado como misión en 1724, hoy es un punto de encuentro para artistas y surfistas. Entre galerías, la Misión de Nuestra Señora del Pilar y playas como Cerritos, ofrece experiencias únicas. Lo mejor es ir entre octubre y mayo, llevando traje de baño y bloqueador solar.
Tecate, Baja California: Pan, cerveza y naturaleza
Famoso por su pan artesanal y su cerveza, Tecate combina tradición y naturaleza. El Parque Miguel Hidalgo, la Ruta del Vino y sus balnearios son paradas obligadas. Con clima templado en primavera y otoño, basta con ropa ligera de día y suéter por la noche.