Naturaleza, historia y gastronomía se unen en este destino turístico de Hidalgo donde puedes caminar entre prismas basálticos, visitar antiguas haciendas y probar platillos típicos
Por: Karina Valdez
Huasca de Ocampo, situado en la Sierra de Pachuca, fue el primer Pueblo Mágico de México gracias a su mezcla de arquitectura colonial, paisajes naturales y tradiciones vivas. Su centro adoquinado y la gastronomía local, como el zacahuil y empanadas, invitan a una experiencia completa de cultura e identidad.
Entre sus principales atracciones destacan los imponentes Prismas Basálticos, una formación geológica única; además, sus antiguas haciendas y opciones de senderismo y miradores naturales la convierten en un destino ideal para vivir un fin de semana lleno de aventura y tranquilidad.
Huasca de Ocampo: Historia, arquitectura y sabor local
Fundado en el siglo XVIII como enclave minero por Pedro Romero de Terreros, Huasca de Ocampo conserva vestigios coloniales y la identidad minera de la región. Las calles empedradas, fachadas virreinales y el Museo de los Duendes forman parte del encanto de este Pueblo Mágico.
Su gastronomía destaca por el zacahuil (tamal gigante) y las empanadas con rellenos tradicionales. Estos dos platillos son emblemáticos de la zona.
Prismas Basálticos: Belleza natural tallada por el tiempo
A solo cinco kilómetros del centro, emerge una maravilla geológica: los Prismas Basálticos de Santa María Regla, formados hace más de dos millones de años por el lento enfriamiento de lava volcánica. El resultado son columnas verticales y horizontales en forma de prisma que alcanzan hasta 40 metros de altura.
Este sitio fue elegido como una de las trece maravillas naturales de México en 2007 y ofrece una experiencia completa:
- Cascadas.
- Pasarelas.
- Fotografía.
- Tirolesa.
- Cuatrimoto.
- Paseos en lancha por la presa San Antonio Regla.
Su entorno forma parte del Geoparque Comarca Minera, lo que refuerza su importancia como patrimonio natural.
¿Qué otras atracciones hay en Huasca de Ocampo?
Las históricas Hacienda Santa María Regla y Hacienda San Miguel Regla permiten explorar vestigios coloniales inmersos en cascadas y lagos rodeados de basalto prismático. Santa María Regla incluso alberga una caída de agua dentro de su estructura original.
La Peña del Aire, ubicada en las montañas cercanas, ofrece vistas panorámicas espectaculares desde un mirador natural, y actividades como rappel o bicicleta aérea. También es posible caminar entre bosques, visitar la zona arqueológica de Huascazaloya y hospedarse en cabañas rústicas rodeadas de naturaleza.