Realizan con gran éxito un evento social y deportivo por la paz en la Unidad Deportiva Mezquitillo al sur de Culiacán
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa.- Con alegría, convivencia y espíritu deportivo, la Unidad Deportiva que se ubica en el fraccionamiento Mezquitillo se llenó de entusiasmo durante la celebración del Día Mundial de la Paz, evento que reunió a familias, niños y jóvenes en torno a un torneo relámpago de fútbol y un emotivo “Tendedero por la Paz”.
Deporte y cultura se unen en Mezquitillo para construir una comunidad más pacífica
La jornada, encabezada por el coordinador general de “Torneos x la Paz”, Juan Carlos López, tuvo como propósito principal fomentar la convivencia familiar y promover una cultura de paz a través del deporte y la expresión creativa.
El “Tendedero de la Paz” se convirtió en un espacio lleno de color y esperanza, donde niñas, niños y padres de familia colgaron dibujos y mensajes con deseos de armonía, respeto y solidaridad para su comunidad.
“Nuestra intención es una mejor difusión de la cultura de paz que merece nuestra ciudad. De nosotros no depende la seguridad, pero sí realizar eventos que ayuden a instaurar una mejor visión de lo que merece Culiacán. El deporte y la cultura son el camino que debemos seguir hoy para tener un mejor Sinaloa mañana”, expresó Juan Carlos con emoción y gratitud hacia los participantes.
En la cancha Nido Mezquitillo, el balón rodó con intensidad y compañerismo. Padres, madres y vecinos alentaron a los pequeños futbolistas en cada jugada, creando un ambiente de alegría y unión.
Tras una final llena de energía, el equipo Deportivo Fénix, del fraccionamiento Providencia, se coronó campeón al vencer a Laureles FC.
Más allá del marcador, el verdadero triunfo fue el de la comunidad, que demostró que la paz se construye con pequeños gestos, con trabajo en equipo y con la convicción de que cada esfuerzo por convivir y respetarse hace de Culiacán un lugar más humano y esperanzador.
Entre sonrisas, abrazos y mensajes colgados al viento, Mezquitillo dejó claro que cuando las familias se unen, el juego se convierte en una poderosa herramienta para sembrar paz.